En Santa María Zacatepec, a unos 119 kilómetros de Ciudad de México, la familia Sánchez fue sorprendida la tarde del sábado 29 de mayo por un fuerte estruendo, que inicialmente pensó que era la caída de un rayo.
Sin embargo, poco después, descubrieron que a unos metros de su casa, en medio del campo, la tierra se había hundido.