MORELIA.- El 24 de octubre del año pasado, Alonso Álvarez organizó un picnic en un viñedo de Guanajuato para proponerle matrimonio a Astrid Hiriart, quien después de aceptar la propuesta se vio rodeada de las familias de ambos para celebrar su compromiso.

“Astrid es una persona con sentimientos y valores que admiro muchísimo y comparto. Creo que eso nos une cada vez más y que ambos somos ambiciosos en buscar la felicidad”.
ALONSO ÁLVAREZ, novio
Después de tres años de noviazgo, los enamorados recibieron la bendición en el Centro Cultural Clavijero, para después trasladarse a la recepción organizada en la Ganadería Real de Valladolid, en la capital de Michoacán.
“Me gusta que Alonso sea tan fiel a sus valores, familia y sus amigos. Lo considero alguien que busca siempre perseguir sus sueños y es lo que más admiro de él”, comentó la novia, quien es economista por la Universidad Autónoma de Guadalajara.

Tras una cena de cuatro tiempos, los recién casados caminaron de la mano hacia la pista para bailar el tema “Qué Bonito es Querer”, de Manuel Carrasco, y, después, invitaron a unirse a sus papás, quienes les dieron los mejores consejos para siempre vivir en armonía.
“Deben saber que hay momentos para todo: resolver problemas y otros para gozar. No hay que pelear, sino más bien tener mucha comunicación, orden, disciplina y mucha prudencia”, compartió Ybett Abouchard, mamá del novio y quien lleva 38 años de casada con Emilio Álvarez.
“La boda estuvo muy bonita, con mucha energía y muchos detalles, los invitados estábamos muy contentos y, sobre todo, los novios estuvieron muy enamorados y felices”.



Para el festejo, Alonso pidió ayuda de su hermano mayor, Emilio, quien se encargó de aterrizar el concepto y diseño de la fiesta junto a su tía, Erika Hiriart.
“Lo veo realizado y muy satisfecho de saber que encontró a la mujer de sus sueños, pues él está muy emocionado de formar una familia y éste es el primer paso para hacerlo”, platicó el arquitecto.
De pre honey moon, los esposos viajaron a la Riviera Maya esperando que, cuando termine la emergencia mundial, puedan viajar sin restricciones a otra parte del mundo.

“Mi cuñada es muy solidaria, cariñosa y decidida, estoy seguro de que hacen una pareja maravillosa. Él es mi único hermano y es dos años menor que yo, pero siempre nos hemos llevado muy bien, incluso, tenemos los mismos amigos de toda la vida”. EMILIO ÁLVAREZ, arquitecto





