La sangre se paga con sangre.
Ese pareciera ser el mantra con el que Héctor “El Gúero” Palma Salazar ha llevado su vida. El capo cumple 30 años de haber sido detenido y desde entonces ha pasado de cárcel en cárcel y pagando por las atrocidades y crímenes de las que presuntamente fue autor.
Su inicio no fue muy diferente al de otros narcotraficantes de la época.
Nació en La Noria de Abajo, una comunidad marginada del Municipio de Mocorito, Sinaloa. Creció en el seno de una familia llena de carencias y solo alcanzó a estudiar la primaria. Dentro de esas circunstancias, para él lo más sencillo fue meterse al mundo del hampa.
Apadrinado
De adolescente, “El Güero” Palma empezó a robar vehículos. Posteriormente llamaría la atención de Miguel Ángel Félix Gallardo, quien era apodado “El Jefe de Jefes” y “El Padrino”.
El líder del Cártel de Guadalajara confiaba en sus aptitudes y en otro muchacho ambicioso, llamado Joaquín Guzmán Loera. Ambos jóvenes establecerían una gran amistad.
Palma se caracterizaba por un temperamento violento y por la ostentación. Le gustaba tener armas chapadas en oro con esmeraldas y en las cachas les ponía una palma, como seña particular.
“El Güero” empezó como sicario, pero después se haría cargo del tráfico de cocaína por Sonora, esto por petición de Félix Gallardo.
La matanza
A finales de los años 80, el mundo del narcotráfico se olvidó de su código no escrito: con las familias no hay que meterse.
Algunos refieren que el artífice del plan fue Félix Gallardo, otros afirman que fueron los hermanos Arellano Félix. Lo cierto es que el crimen fue uno de los más atroces en la historia del narco en México.
Rafael Clavel Moreno, un venezolano, enamoró a la esposa de Palma. La convenció de abandonar al “Güero” y fugarse con él junto con sus dos hijos.
Ella pensaba que tendrían una nueva vida en Estados Unidos, pero en realidad todo era parte de un plan de muerte.
Clavel le robó a la mujer 2 millones de dólares, le cortó la cabeza y se la mandó a la casa de Palma en una caja metálica.
Dos semanas después, cuando la furia del capo todavía no cesaba, recibió un video en su casa.
El narcotraficante vio cómo sus hijos, Héctor y Nataly, fueron arrojados desde el puente de La Concordia, en San Cristóbal, Venezuela. Cayeron 150 metros directo a la muerte. La venganza no podía esperar.
A Clavel lo detuvieron en Venezuela. Tres de sus cómplices, su abogado, y tres de sus hijos fueron salvajemente asesinados. En prisión, el hombre fue encontrado degollado en su celda.
Sed de vengana
Félix Gallardo fue detenido en abril de 1989, con lo que cambió el panorama del narcotráfico en el País. Los territorios fueron repartidos entre los cárteles.
Tanto “El Chapo” Guzmán, como Palma quisieron intervenir en el territorio de Tijuana, además de que ya venían arrastrando el pleito con los Arellano Félix.
Fue así que el 8 de noviembre de 1992, unos 50 pistoleros se introdujeron en la discoteca Christine, en Puerto Vallarta, para tratar de asesinar a los hermanos Ramón y Benjamín Arellano Félix.
En menos de unos minutos ya habían rafagueado el interior del centro nocturno y por lo menos cinco personas quedaron sin vida. Sin embargo, entre los fallecidos no estaban los Arellano Félix, éstos se salvaron al esconderse en el plafón del baño para salir por el ducto del aire acondicionado.
La caída
El 22 de junio de 1995, el Lear Jet XA-SWF en el que viajaba “El Güero” fue detectado. Había partido de Ciudad Obregón y tenía como destino Guadalajara, pues el capo tenía planeado asistir a una boda.
Presuntamente el General Jesús Gutiérrez Rebollo —acusado de colaborar con el Cártel de Juárez— estaba detrás del operativo.
A Palma le informaron que lo estaban esperando elementos del Ejército en Guadalajara, por lo que trató de ir a Tepic. En realidad no sabía qué hacer. Regresó a Guadalajara y luego se redirigió a Tepic.
Ya sin combustible, la aeronave se desplomó en los límites de Jalisco y Nayarit y fue así que el capo pudo ser detenido.
Palma fue llevado al penal de alta seguridad de Puente Grande, en donde coincidió con su socio, “El Chapo” Guzmán, a quien presuntamente ayudó en el escape que éste realizó en 2001.
condenado
Originalmente Palma fue condenado a 19 años de cárcel por narcotráfico, pero mediante dos juicios de amparo su condena quedó reducida a 7 años, misma que cumplió el 23 de junio de 2002.
Cuando Estados Unidos solicitó su extradición ese mismo año, “El Güero” tenía dos juicios pendientes por delitos cometidos en México, uno por cohecho y asociación delictuosa, por su presunta relación con la fuga de su compadre “El Chapo” Guzmán.
En 2007, Palma fue extraditado para ser juzgado en la Corte Federal del Distrito Sur de California en San Diego, donde fue sentenciado a 16 años de prisión, castigo que debía contabilizarse desde 2002, año en que se pidió su extradición a México.
Por buena conducta, el 11 de junio del 2016, el capo fue liberado de la prisión en California y transferido a una estación migratoria.
Luego fue deportado a México e internado en el Altiplano, donde le iniciaron un proceso por delincuencia organizada. En mayo de 2023 fue absuelto en dicho expediente. Sin embargo, le iniciaron tres procesos por homicidio en el fuero común.
El primero de ellos fue en Guerrero, relacionado con la masacre de 9 familiares, amigos y abogados de Félix Gallardo, el 3 de septiembre de 1992 en Iguala. En esta causa penal, el juez le dictó la libertad por falta de elementos a Palma.
Los otros dos procesos fueron iniciados en Jalisco e Hidalgo y lo mantienen en la cárcel.
Información: MURAL / Staff
Fotos: Archivo
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