Hay marcas que no necesitan presentación. Dulces Montes es una de ellas. Con más de 87 años de historia, esta empresa jalisciense no solo ha endulzado generaciones, sino que hoy reafirma su liderazgo con una visión fresca, moderna y en constante expansión.

PRESENTE DULCE, FUTURO PROMETEDOR

Lejos de quedarse en la nostalgia, Dulces Montes está viviendo una nueva etapa de crecimiento.

La reciente apertura de su planta en Tlajomulco, Jalisco, especializada en la producción de paletas, marca un paso decisivo en la diversificación de su portafolio.

Este nuevo espacio no solo incrementa su capacidad productiva; también representa una apuesta por la innovación, el diseño de productos más lúdicos y la conexión con nuevas generaciones de consumidores.

EL SABOR QUE SE QUEDA

Desde sus orígenes en un pequeño taller artesanal en Poncitlán, Jalisco, Dulces Montes ha crecido sin perder la esencia de su tradición y calidad.

Su sabor auténtico, logrado con ingredientes naturales como leche de vaca, mantequilla propia, azúcar sin refinar y glucosa libre de transgénicos, sigue conquistando paladares en México y ha abierto las puertas a la exportación hacia Estados Unidos, Canadá, Centroamérica y más. Su certificación FSSC 22000 respalda ese compromiso.

UN PORTAFOLIO QUE SIGUE CRECIENDO

.A la par de su crecimiento físico y comercial, Dulces Montes sigue impulsando sus clásicos y sumando nuevas propuestas a su línea de productos.

Damy, Tomy, Ricos Besos, Súper Natilla, Cachitos y el entrañable Osito Montes son solo algunos de los emblemas que siguen conquistando los paladares de nuevas generaciones.

Hoy, esos sabores conviven con propuestas nuevas, pensadas para seguir siendo relevantes en un mundo que cambia rápido.

MÁS CERCA DEL CONSUMIDOR

Con una presencia sólida en tiendas de autoservicio, clubes de precio y el canal mayorista, la marca ha sabido mantenerse vigente sin perder su esencia.

Bajo la dirección del Sr. Juan Carlos Montes, Dulces Montes avanza con paso firme, combinando tradición y tecnología para llegar más lejos, sin dejar de estar cerca.

Porque si algo ha demostrado esta empresa nacida en Poncitlán, Jalisco, es que innovar no significa romper con el pasado. Al contrario: es honrarlo, transformarlo y hacerlo brillar en el presente.

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