Reduce la velocidad, ¡mucho!

Siempre que esté lloviendo, lloviznando o el pavimento esté mojado, es aconsejable tomar las cosas con calma. Muchas personas se sorprenden al saber que una ligera llovizna, aparentemente inofensiva, aumenta el riesgo de un accidente automovilístico fatal en un 27%.

 

Una buena regla a seguir es que debes disminuir tu velocidad en al menos un tercio mientras se conduce en condiciones de humedad.

Duplica tu distancia de seguimiento

Dejar una distancia de seguimiento adecuada del vehículo que está delante de ti es algo que se insta a los conductores a hacer en todas las condiciones climáticas. La mayoría de los conductores saben que la distancia de seguimiento recomendada general es de tres segundos. Sin embargo, el aumento de esa distancia para atender el mal tiempo es mucho menos conocido. La distancia recomendada en condiciones de lluvia o humedad es de seis segundos, lo que significa dejar el doble de espacio que en un día seco y soleado.

Evita el agua estancada

Conducir a través de agua estancada te pone en riesgo de hidroplaneo, cuando un vehículo se desliza incontrolablemente por el agua o el pavimento mojado.

 

A veces, evitar el agua estancada simplemente significa (con seguridad) esquivar el gran charco que se acumula cerca del arcén de la carretera, mientras que otras veces significa encontrar una nueva ruta. Si es inevitable conducir a través de agua estancada, reduce la velocidad antes de que la llanta llegue al agua y evita pisar el acelerador tanto como sea posible.

Enciende tus luces

Dado que el clima lluvioso suele ir acompañado de cielos nublados y oscuros, sería negligente no mencionar este consejo. Incluso si es mediodía, encender los faros aumentará tu visibilidad, así como la de otros conductores. Sin embargo, querrá evitar encender las luces altas, ya que pueden reflejarse en superficies mojadas y empeorar la visibilidad.

Crea ventilación

Para evitar las ventanas empañadas es necesario crear ventilación. Las ventanas generalmente se empañan durante los meses más cálidos (especialmente cuando está lloviendo) porque el nivel de humedad es más alto en el exterior que en el vehículo. Para aliviar la niebla de las ventanas, intenta entreabrir las ventanas y siempre espera para comenzar a conducir hasta que el parabrisas esté completamente despejado.

 

Otro consejo útil, aunque no del todo necesario, es aplicar un tratamiento de vidrio repelente al agua en el parabrisas. Esto no solo ayuda a reducir la niebla, sino que también permite que las gotas se salgan del parabrisas con mayor facilidad.

Asegúrate de que tu vehículo esté en buenas condiciones

Revisa periódicamente tus limpiaparabrisas para confirmar que estén en condiciones de funcionamiento. Si los limpiaparabrisas no limpian el agua lo suficientemente bien para una visibilidad completa, es hora de reemplazarlos. Asimismo, los neumáticos también deben revisarse con regularidad. Los que tienen desgaste son extremadamente peligrosos para conducir sobre pavimento mojado y deben reemplazarse lo antes posible.

Espera

Si la lluvia acaba de comenzar y puedes retrasar tu hora de salida unos minutos, es muy recomendable, ya que los primeros 15 minutos de lluvia son el momento más peligroso para conducir. Durante el comienzo de una lluvia, el agua se mezcla con el aceite que gotea sobre el pavimento de los vehículos, lo que hace que las carreteras estén más resbalosas. Después de unos 15 minutos, la lluvia ha tenido la oportunidad de enjuagar estos aceites del pavimento.

 

Si ya estás en ruta cuando comienza a llover, o cuando la lluvia se convierte en un aguacero torrencial, no dudes en salirte de la carretera o autopista y buscar un estacionamiento o una gasolinera para esperar a que pasen las lluvias torrenciales.