1.- Poner guardias armados en los bancos

La contratación de guardias privados que vayan armados ha sido una de las propuestas planteadas por la Fiscalía para hacer frente a los ladrones, quienes impunemente han perpetrado sus atracos dentro de las instalaciones bancarias.

¿El problema? Dicho plan implicaba que los banqueros desembolsaran 140 millones de pesos para tener un vigilante con arma de fuego en cada sucursal. Además, durante los diálogos entre gerentes bancarios, la Fiscalía y las comisarías, se señaló que la seguridad debía ser responsabilidad solo de los policías, por lo que aunque a la fecha algunas sucursales llegan a contar con guardias sin pistola, nunca se concretó el plan.

2.- Reportar sospechosos que usen teléfono y que lleven el rostro cubierto

Quien quisiera ingresar a una sucursal a realizar un trámite, debía hacerlo sin lentes oscuros, sin gorras y los usuarios deben evitar el uso del teléfono celular y permanecer en el interior sin realizar algún trámite.
La medida se propuso luego de que en las investigaciones de la Fiscalía se descubrió que cómplices de los ladrones se hacían pasar por clientes, desde el interior vigilaban los movimientos bancarios y en ocasiones mandaban la descripción de las víctimas.

¿Qué pasó? Tras echarse la bolita, nunca quedó claro ante quién debían los usuarios reportar a quienes violaran estos lineamientos y esto no impidió que el 14 de abril de 2021 a un hombre le robaran 401 mil pesos, luego de que fuera vigilado por un “conejero” desde dentro de una sucursal en Guadalajara.

Además, mientras que hace años los asaltantes llegaban a disfrazarse de médicos para justificar que ingresaran con cubrebocas, con la pandemia la medida de entrar al banco sin el rostro cubierto se ha complicado, y aunque se mantiene el quitarse la gorra y los lentes oscuros, el atraco del 22 de junio en Providencia fue perpetrado por un hombre que ocultó ante las cámaras su identidad con ayuda de un cubrebocas.

3.- Complicarle la circulación a los motoladrones

Desde 2014 se modificó la Ley de Movilidad y Transporte para obligar a los motociclistas de vehículos de bajo cilindraje a utilizar chalecos con el número de placas en la espalda, con la intención de complicarle la fuga a los “motoladrones”, pues la moto suele ser uno de los medios de transporte de los rateros.

Esta medida no se ha puesto en práctica, y de haberse aplicado se pudo haber evitado el hurto de 368 mil pesos que sufrió un cliente el 2 de febrero de 2021 en la Colonia Americana, a manos de un motociclista que lo amenazó con una pistola.

4.- Vigilar en tiempo real a ladrones con el C5

Las cámaras del C5 ayudarían a inhibir los atracos violentos en tiempo real, prometió el Gobierno del Estado cuando presentó el sistema de cámaras allá por el año 2016, pero con el paso de los años ha quedado claro que no hay un monitoreo al momento, y frente a las cámaras se han cometido homicidios, desapariciones, “levantones” y todo tipo de atracos violentos.

¿El problema? No hay suficiente personal para monitorear los cerca de 6 mil dispositivos colocados en los municipios metropolitanos y parece ser cuestión de suerte el detectar a un asaltante. ¿La muestra? Desde que se pusieron en marcha las cámaras en 2018, hasta abril de 2021, la Policía de Guadalajara ha reportado la captura de 11 “conejeros” con ayuda de ellas. 

¿Voluntad para hacer frente a los ladrones?

Especialistas en materia de seguridad han señalado que para aplicar todos estos planes y sobre todo para abatir la cifra de delitos sin castigar, que según México Evalúa, es del 96.2 por ciento, se requiere voluntad del Gobierno del Estado y los ayuntamientos del Área Metropolitana de Guadalajara y mientras no se acuerden y se apliquen medidas, los “conejeros” van a seguir haciendo de las suyas, como en este caso grabado en junio de 2020.

Información: Enrique Osorio