El 6 de marzo fue la última vez que supieron de Arisbeth Domínguez Mojica, de 31 años; su esposo Omar Ávila Velázquez, de 30, y sus dos hijos: Zeineth, una niña de un año de edad y de nacionalidad estadounidense, y Yahir, de 14 años.
Ellos desaparecieron en Tejupilco, en el Estado de México.
El comisario de la comunidad de El Pescado, en el Municipio de Coyuca de Catalán, Guerrero, Jesús Domínguez, padre de la mujer, aseguró que integrantes de La Familia Michoacana los tienen cautivos en Arcelia.
Hasta el momento, los delincuentes no han pedido rescate, por lo que cree que quieren condicionar su liberación a que los dejen entrar a esa localidad de la Sierra de Guerrero para que realicen sus actividades ilícitas.
"El último mensaje que me llegó fue el siete de junio y sé que los que los tienen es La Fresa y El Borrego, quienes son jefes de esa banda de La Familia Michoacana".
El grupo delictivo busca ingresar al pueblo para acabar con los que se oponen a la explotación de bosques.
“Ellos (los de la Familia Michoacana) quieren entrar y que le dé información para que acaben (asesinar) con la gente de aquí del ejido”, expresó el comisario de El Pescado, anexo al ejido de Guajes de Ayala.
Sobre la desaparición de esta familia, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México emitió alertas y levantó una carpeta de investigación.
No obstante, el padre de la secuestrada acusó que ni esta dependencia ni su homóloga de Guerrero han hecho algo para ubicarlos y rescatarlos.
Incluso, este caso se llevó ante la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas de la Secretaría de Gobernación del Gobierno federal.
Los familiares de las cuatro víctimas ya llamaron a la Embajada de los Estados Unidos para notificarles el hecho, ya que la menor de un año desaparecida nació en ese país y tiene la nacionalidad.
José Alfredo Hurtado, “La Fresa”, y su hermano Jhonny Hurtado, “El Pez”, son dos de los principales dirigentes de La Familia Michoacana en Guerrero y desde hace años mantienen asolados a siete de los nueve municipios de Tierra Caliente.
Cobro de piso, extorsiones y hasta el cobro de cuota a las autoridades de los ayuntamientos de esa zona son sus principales actividades ilícitas.