Hay puertas de varios tipos: de seguridad, blindadas o acorazadas. Según expertos, las de seguridad son las más utilizadas y baratas, pero también las más vulnerables. Aquellas que son acorazadas brindan más seguridad, pues están hechas de acero y chapadas en madera.
Ninguna, sin embargo, servirá si no están acompañadas de una buena cerradura.
Las ventanas
Para las ventanas, lo mejor es instalar modelos con perfiles, herrajes o cristales de seguridad. Ten en cuenta que los ladrones tienen en las ventanas una de las principales opciones para entrar a tu hogar.
Que luzca habitada
Cuando salgas, no cierres del todo las cortinas o persianas.
Un truco para dar la sensación de que hay gente en las casas es instalar temporizadores de radio y luz, que se ponen en marcha a determinadas horas del día.
Si vives en una zona suburbana refuerza la iluminación de la entrada y no dejes a oscuras los patios. Los focos que detectan el movimiento también son efectivos; seguro has pasado por un lugar donde luz se enciende cuando percibe tu presencia.
LA TECNOLOGÍA
Cámaras con wifi
Las cámaras de seguridad son muy útiles para hacernos sentir más seguros al permitirnos saber lo que pasa dentro y fuera de la casa, incluso cuando no estemos. El lugar puede ser vigilado desde cualquier lugar a través de una red wifi y por medio de la app correspondiente.
Los sensores
En el mercado puedes encontrar sensores de sonido que detectan cualquier presencia física alrededor de la casa. Igualmente hay sensores de apertura magnéticos que se colocan en puertas o ventanas para avisar si alguien intenta entrar.
También hay barreras de rayos infrarrojos, imposibles de ver, que emiten una alarma si alguien pasa a través de ellos.
Cerraduras
Las cerraduras inteligentes son una opción más para tu protección. Con ellas podrás tener un control de acceso biométrico, apertura remota, cámara integrada y sensor de forcejeo… Estos implementos pueden ser gestionados por medio de Alexa o Google Home, por ejemplo.