El niño maravilla del básquet esloveno se había empeñado en debutar en unos Juegos con un recital. Y vaya que sí lo hizo, decantando la balanza en la primera parte con 31 puntos (4/9 en triples) y 8 rebotes para irse al descanso con 20 puntos de ventaja. Una distancia que ya fue insalvable para Argentina.