Prioriza lo más importante

No pierdas tus energías barriendo o limpiando los espacios menos sucios o menos utilizados. Es mejor iniciar por lo urgente, para lidiar con aquellos recovecos que te tomarían más tiempo si ya estás cansado, con toda la pila disponible. Así terminarás más rápido.

Divide los espacios por días

A veces lo mejor no es hacer toda la casa el mismo día, para perderlo por completo en las labores de aseo. Un enfoque que puede servir es asignar un día a la semana a una zona en específico. Por ejemplo, los lunes el baño, los martes la sala, los miércoles los cuartos. De esa manera la casa se mantendrá limpia constantemente y será mínimo el tiempo invertido a diario.

Primero acomoda y limpia las superficies

¿Quieres barrer dos veces? Entonces barre antes de sacudir y acomodar. Para que la limpieza sea profunda y eficiente, lo primero que debe hacerse es acomodar el espacio y limpiar todas las superficies, con el fin de que el polvo caiga a un suelo sucio y no a uno ya limpio.

Lava los trastes justo cuando dejes de usarlos

Una de las tareas del hogar más fáciles de evitar es el lavar una pila de trastes sucios. Crea el hábito de limpiar cada plato, cuchara y vaso que utilices inmediatamente después de hacerlo, así como los sartenes y ollas para cocinar. Lo vas a agradecer.

Delega y organiza

No tienes que hacerlo todo tú, y definitivamente no tienes que hacerlo todo el mismo día. Incluye a la familia en las labores de limpieza. El lunes de baño, si todos ayudan a limpiarlo, será mucho más rápida la tarea que si solamente una persona lo hace, junto con un mar de cosas por hacer.

No lo dejes a medias

Si ya empezaste, tienes que terminar. El dejar el aseo a medias sólo significará que desperdiciaste tu tiempo en una labor que no completaste, ya que la próxima vez que toque limpieza será más pronto y más tardado.

Acomoda de inmediato

Sabemos lo difícil que puede ser guardar los objetos donde van, justo después de usarlos, pero por ahorrarnos unos segundos hoy, perderemos horas mañana. Es mejor tener todo en su lugar, siempre.