Puede parecer un proyecto de ciencias de la escuela primaria, pero esto realmente funciona para revivir los cubiertos empañados. En primer lugar, forra un refractario de vidrio para hornear con papel aluminio (o charola para hornear de aluminio), con el lado brillante hacia arriba, luego agrega una cucharadita de sal y bicarbonato de sodio. Luego agrega media taza de vinagre blanco y una taza de agua caliente. Coloca la plata en el refractario, asegurándote de que cada uno esté completamente cubierto con el líquido, y deja reposar durante unos minutos. Quita la mezcla y limpia los utensilios con un paño limpio, y prepárate para quedar cegad@ por el brillo de tus artículos.