Algunas de las propiedades más lucrativas de Trump se encuentran en bastiones demócratas, como Nueva York y Chicago, donde sigue siendo profundamente impopular. Y su mayor generador de ingresos, su resort de golf Doral en Florida, ha sufrido una caída en los ingresos de la conferencia debido a que algunas grandes empresas y organizaciones se mantuvieron alejadas debido a su división.
Como contraste, el Trump International Hotel cerca de la Casa Blanca a menudo estaba repleto de aliados partidistas. Pero no está claro si, ya fuera del cargo, seguirá atrayendo a políticos. Además, ha sido un año difícil para la industria hotelera debido a la pandemia, y los vientos en contra también han afectado a los bienes raíces comerciales. Ambos son fundamentales para la cartera de negocios de Trump.