Ecos de Tlatelolco

Hace 56 años, el 21 de noviembre de 1964, se inauguró el Conjunto Urbano Nonoalco-Tlatelolco, creado por Mario Pani; conoce más sobre esta gran obra de vivenda social.

Fue concebido como el mayor proyecto de vivienda social en América Latina: el Conjunto Urbano Nonoalco-Tlatelolco, diseñado por Mario Pani e inaugurado el 21 de noviembre de 1964. El artífice retomó los principios de su colega suizo Le Corbusier, quien impulsaba el desarrollo de vivienda social como proceso de reconstrucción tras la Primera Guerra Mundial y que facilitara la edificación en serie. Pani diseñó el conjunto en un área de 964 mil metros cuadrados, como una pequeña ciudad autosustentable, que además de sus 102 edificios y cerca de 12 mil departamentos, contaba con servicios como escuelas y hospitales. Hoy, en su aniversario 56, te contamos algunos datos sobre este gran proyecto arquitectónico de vivienda social.

El inicio

El desarrollo de viviendas que resolvieran las necesidades de una metrópolis en aumento, con graves carencias para amplios sectores de su población, así como un trazo urbano que con toque de modernidad, fueron preocupaciones constantes de Pani. De hecho, ya había construido, en 1947, el Multifamiliar Alemán, en la Colonia del Valle de la Ciudad de México, un proyecto pionero en América.
El área donde hoy se encuentra el Conjunto Urbano Nonoalco-Tlatelolco antes eran lotes baldíos del Sindicato Ferrocarrilero, talleres de una empresa, pequeños almacenes pertenecientes a la estación de Buenavista y algunas viviendas irregulares.

Tomada de www.revistas.unam.mx

Al tomar el proyecto, Pani buscaba resolver lo que él mismo llamaba la ‘herradura de tugurios’, una zona periférica de la ciudad donde se habían instalado viviendas irregulares de trabajadores en esos predios del sindicato ferrocarrilero.
De acuerdo con el ingeniero arquitecto Mishell Altamirano y habitante del conjunto habitacional, mediante viviendas amplias Pani pretendía eliminar los hacinamientos terribles, ya que en una hectárea de terreno vivían unas 500 personas.
El artífice sugirió las supermanzanas habitacionales que, mediante la construcción de edificios altos permitirían albergar mil habitantes por hectárea, con servicios y mejor calidad de vivienda.

La influencia de Le Corbusier

Cuando estudió en la École Nationale Supérieure des Beaux-Arts de París, a la que ingresó en 1928, Pani escuchó de viva voz las ideas novedosas de Le Corbusier, quien proponía tres principios a la arquitectura moderna: el desarrollo de vivienda social, como lo exigía la enorme empresa de reconstrucción tras la Primera Guerra Mundial, incluyendo sistemas que permitieran la fácil edificación en serie; una nueva planeación urbana, que aligerara los congestionados centros de las grandes ciudades decimonónicas, y el uso de formas cubistas en la vivienda privada, con estructuras dispuestas sobre pilotis que permitieran tener plantas bajas libres.
Le Corbusier adoptaba las formas de edificios en zigzag, cuyos vértices creaban una suerte de bahías aprovechables para servicios comunes: canchas, jardines, áreas de circulación. Su sueño era una ciudad autosuficiente, que cubriera todas las necesidades y aficiones de sus habitantes, con espacios abiertos.
Esta propuesta arquitectónica se nota claramente en el diseño que Pani hizo en Tlatelolco.

“Todas las propuestas de vivienda, urbanismo, arquitectura, desarrollo de edificios impulsada por el Movimiento Moderno Funcionalista, propuesto por Le Corbusier, se desarrollan en Tlatelolco”.

El diseño

Pani trabajó con los arquitectos Luis Ramos Cunningham y Ricardo de Robina en la creación del Conjunto Habitacional Nonoalco Tlatelolco, cuya construcción inició en 1960.
Originalmente, pretendía llegar hasta la zona de Candelaria de los Patos, al oriente de la Ciudad, cubriendo los barrios de Santiago Tlatelolco, Nonoalco, así como las colonias Guerrero y Morelos.
El proyecto impulsó la ampliación de Paseo de la Reforma hacia el norte para darle “una entrada digna” al Conjunto, pasando por las colonias Peralvillo y Guerrero.
Cabe mencionar que las obras fueron impulsadas durante el sexenio del Presidente Adolfo López Mateos (1958-1964), y el financiamiento se obtuvo del Banco Nacional Hipotecario Urbano de Obras y Servicios Públicos, el ISSSTE, que pagó por los 16 edificios que se destinarían a sus derechohabientes, y la aportación del gobierno de Estados Unidos, mediante la Alianza para el Progreso, impulsada por el Primer Mandatario Jonh F. Kennedy.

Proyecto innovador

+ El proyecto contempló que de los 96 mil 400 metros cuadrados del terreno, 25 por ciento fuera destinado a uso habitacional, y el 75 por ciento restante, a áreas verdes y servicios.
+ Todo el conjunto sería peatonal, mediante la construcción de ambulatorios cubiertos y pasos a desnivel, para evitar el encuentro vehicular.
+ Se contempló la existencia, dentro del conjunto, de comercios, escuelas, centros sociales y culturales, espacios para la recreación familiar y múltiples áreas verdes.
+  Fue el primer conjunto habitacional en América Latina en contar con su propia planta tratadora de agua, así como con sistemas de bombeo del líquido.
+  Fue pionero en contar, desde el inicio, con red telefónica y eléctrica subterránea, además de gas entubado.
+  Los estacionamientos (un espacio por cada 3 departamentos) se situaron en la periferia de la unidad.

El icónico Conjunto Habitacional Nonoalco Tlatelolco

La unidad habitacional está dividida en tres secciones y rodeada por los ejes viales Insurgentes Norte, Eje Central y Paseo de la Reforma.
El enorme proyecto arquitectónico contaba con:
  • 102 edificios que albergarían 11 mil 916 departamentos, destinados a 70 mil habitantes.

  •  688 locales comerciales, un supermercado y una plaza comercial
  •  22 escuelas (desde kinder hasta secundarias), guarderías, 6 hospitales y clínicas.
  •  12 edificios de oficinas administrativas, una central telefónica.
  •   6 estacionamientos cubiertos con 649 cajones.
  •  4 teatros y un cine diseñado por Julio de la Peña
  •  3 centros deportivos

Por niveles socieconómicos

+ El equipo de Pani hizo un estudio socioeconómico y definió tres rangos para la renta y venta de los departamentos: A, bajo; B, medio, y C, alto. La renta de los espacios tipo A y B sería baja, con la idea de que las aportaciones de los departamentos en el rango C y los locales comerciales permitieran subsidiarlos.
+ Los edificios A, con departamentos para gente de clase baja, contaban con todos los servicios: agua, luz, teléfono y gas por tubería; los acabados eran en piso rústico y contaban con lavadero y jaula de tendido en azotea.
+ Los edificios B, para clase media, también cuentan con todos los servicios, con acabados en piso de linoleum y cada departamento tiene anexo a la cocina espacio para lavadero y tendido de ropa. Los departamentos más grandes tienen cuartos de servicio en la azotea.
+ Los edificios C, para sector alto, tienen los mismos beneficios que los del B, pero con acabados en pisos de parquet. Aquí se construyeron 10 edificios, cada uno, con capacidad de 288 departamentos. De esta sección destacan los edificios Chihuahua, donde se refugiaron varios manifestantes del 2 de octubre de 1968, y el Nuevo León, que se cayó en el sismo de 1985.
+ En caso de comprar, se formaba un Certificado de Participación Inmobiliaria, pensado para pagarse a 20 años.

Fases de construcción

  • La primera sección se concluyó en 1962. Ese año se habitó el primer edificio, el Pedro Moreno.

  •  La segunda etapa es a partir de la inauguración, en 1964, y fue cuando se terminó el edificio de Relaciones Exteriores, pensado estratégicamente para hacer sentir parte a los habitantes de Tlatelolco de la Ciudad.
  •  En la tercera fase la obra se concluyó totalmente, en 1967.
  •  Es de resaltar la participación del Instituto de Ingeniería de la UNAM en el estudio de las estructuras y de las cimentaciones. Casi todos los edificios se diseñaron utilizando cascarones de concreto invertidos, con una reducción de costos en cimentación.