Una de las preguntas que te hacen notar que ya eres un adulto, es si algún día podrás tener tu espacio propio, y es que abandonar el nido es una de las metas de vida de las nuevas generaciones. Hay quienes deciden rentar solos o en compañía, otros prefieren unir créditos para adquirir un hogar, pero el pensamiento de cómo salir de casa es recurrente y la pregunta obvia es: ¿conviene más rentar o comprar una propiedad?
No existe una respuesta exacta y directa para todos, ya que este paso repercute en la situación personal y financiera de todos aquellos que buscan su propio hogar. Ninguna de estas dos opciones es imposible, pero informarte es la clave.
El objetivo es sacar el mejor provecho de los recursos con los que cuentas y que todas tus necesidades sean cubiertas en términos de vivienda. Para este primer paso, La Haus, startup líder en tecnología inmobiliaria te comparte tres ideas para que decidas lo mejor para ti y tu futuro.
1. Identifica
Distingue en qué momento de la vida te encuentras y si es conveniente que adquieras una responsabilidad financiera como la de pagar una propiedad. Ten en cuenta tus deudas actuales y el tiempo estimado que te llevaría cubrirlas en su totalidad, esto te dará un panorama de si realmente tienes la capacidad de dar un siguiente paso en cuanto a créditos se refiere.
2. Piensa
Considera qué amenidades quieres que tenga tu vivienda y cómo sería aquella que cumpla con tus necesidades actuales y de los próximos años; es decir, debes tener claro si vas a permanecer en la ciudad donde radicas o si consideras la posibilidad de viajar para trabajar, estudiar o hacer vida en otro lugar, si planeas tener hijos pronto, adoptar una nueva mascota o emprender un negocio desde casa.
3. Define
Precisa cuáles son tus zonas de interés en la ciudad e investiga sobre su plusvalía y sobre los planes de desarrollo que existen en ellas. Busca un estudio de mercado reciente sobre el tipo de propiedad que te interesa para que puedas identificar cómo se ha comportado la zona. Deja de lado los caprichos y racionaliza lo que de verdad necesitas para vivir, estar cómodo y lo que puedes pagar.
Decidir entre comprar y rentar no es sencillo, pero si tienes claro la zona en la que te interesa vivir, tus necesidades actuales y/ o a futuro y sabes que tienes capacidad económica para solventar el gasto, ve por tu casa propia y págala como si dieras una renta, esto puedes lograrlo comprando en preventa y te damos 3 recomendaciones para dar el gran paso.
1. Infórmate y rompe el cochinito
Evalúa cuál es la cantidad que tienes ahorrada e infórmate sobre el importe del enganche. Puedes encontrar opciones desde $0, además, revisa cuál es el plan de pagos a meses.
2. Mantén el ahorro e invierte
Destina un porcentaje de tus ingresos en la inversión de tu hogar, cada cuota mensual suma a un valor definido previamente, es decir, a la cantidad total que debes pagar para tener tu propiedad. Considera que en una preventa no debes llegar con el total de tu enganche, y que si el inmueble estará listo en 12 meses, por ejemplo, ese es el tiempo que tendrás para juntar la base del crédito.
3. Conoce los lanzamientos y las preventas
Llegar primero significa poder escoger un departamento que reúna la mayor cantidad de variables que jueguen a tu favor, como el tiempo de pago, amenidades del lugar y enganche. No dejes pasar las oportunidades.
Con información de La Haus.