Sin temor al error, a ser el chiste de alguien más o de exponer los detalles más íntimos de su vida, problemas sociales y políticos, las recientes generación de comediantes en México, que se han caracterizado por encontrar su nicho en el stand up, utiliza el “autobullying” para conseguir el éxito.

Nombres como Sofía Niño de Rivera, Franco Escamilla, Carlos Ballarta y “El Cojo Feliz”, suenan cada vez más entre el público que pretende encontrar chistes con los cuales puedan relacionarse de manera más fácil: peleas de familia o pareja, anécdotas con amigos o autoaceptación, relaciones sexuales, discriminación y problemas para ligar.

Es así como las nuevas camadas de comediantes vuelven gracioso lo que a muchos les causaría incluso incomodidad si les sucediera, pero con lo que al final se identifican.

LOS AMOS DEL SARCASMO

La gracia, la espontaneidad y la capacidad de improvisar, pero sin perder su estilo sarcástico define bien a Chumel Torres y Franco Escamilla.

 

Chumel se caracteriza por su sátira política. En 2012 logró llamar la atención tras un tuit que lanzó para criticar a Andrés Manuel López Obrador, quien en ese entonces se encontraba en campaña presidencial.

Su sátira basada en una crítica al poder no solo tiene el objetivo de hacer reír, sino también de informar a un público que los “lopezdorigas” y los “perioditaschayoteros” como él mismo Chumel los nombra, no han logrado cautivar.

En sus rutinas, ha criticado fuerte a políticos como Peña Nieto, Nicolás Maduro, Donald Trump y Javier Duarte.

Franco Escamilla, conocido también como “El Amor del Sarcasmo”, ha destacado en el rubro con su método irónico, aunque con temas más personales.

“Trato de mantenerme en un plano real el 80 por ciento del tiempo. Me gusta la comedia de fantasía, me gusta inventar cosas, platicarles algo que soñé, que alucino, o una teoría. Pero si pudiera definir mi estilo, sería ‘identificable’. La gente me escucha y dice ‘Me ha pasado'”, contó el famoso a Gente en una entrevista.

Escamilla se inició profesionalmente en la comedia en 2007, en el Unicornio Azul, un popular bar de Monterrey.

ÁCIDOS Y DE HUMOR NEGRO

El humor negro de Sofía Niño de Rivera y el estilo ácido de Carlos Ballarta no son aptos para menores de edad.

Estos comediantes saben bien cómo abordar temas racistas, políticos, religiosos y sociales de manera que provoquen carcajadas en la audiencia.

Niño de Rivera es considerada una de las mejores exponentes del stand up en el País; en sus rutinas suele incluir aspectos de su vida personal, como su etapa de casada y hasta su embarazo, aunque fuera de escena, estos son temas intocables.

Su lanzamiento en el rubro fue en 2010, tras haberse preparado en Nueva York, donde recientemente se convirtió en la primera comediante mexicana en grabar un show en la meca de esta disciplina.

El espectáculo llamado Lo Volvería a Hacer, fue filmado en el The Gramercy Theatre, y Amazon Prime Video lo emitirá próximamente.

En tanto, Ballarta, conocido por su estilo desgarbado, soez y por demás ácido, incursionó en el stand up en 2012, y, al igual que Sofía, se ha sumado a la lista de especiales de comedia de plataformas como Netflix.

 

COMEDIA DE AUTOACEPTACIÓN

Antes era solo Hugo Pérez y caminaba como cualquier persona, hasta que el cáncer le hizo perder una de sus piernas, pero lejos de tirarse a la depresión, decidió hace 10 años dedicarse a la comedia y llevar el mote de “El Cojo Feliz”.

Su comedia “ingeniosa”, como él mismo la denomina, es diversa en cuantos a temas, pero lo que no cambia, es que todos sus shows surgen desde la autoaceptación y el amor propio.

“No cambiaría nada de mi vida, a pesar de que me sucedió esta situación, creo que son circunstancias que ayudan a aprender y a valorar las cosas, esto conecta con la gente.

“Decidí llevar la bandera de la discapacidad como una cosa que no tiene que ser solo lamentarse, estar sufriendo y tener miedo a las burlas. Por eso mi comedia invita a reírnos de todo y a ser incluyentes”, reveló recientemente el standupero en una entrevista televisiva.

 

RESULTADO CULTURAL

Para Freddy Ortega, de los Mascabrother, el stand up no es una moda, sino una rama de la comedia que ha funcionado a través de los años en México, aunque apenas hace una década se le comenzó a dar la difusión adecuada.

Ortega, también uno de los creadores del espectáculo de comedia Standopados, explicó que la audiencia ha respondiendo bien a ésta modalidad cómica.

“El stand up ya lo hacían personalidades como Polo Polo, Jo Jo Jorge Falcón, Teo González; hay distintas maneras de plantearlo”, explicó Ortega.

“Se está abriendo la brecha en primera persona de autoobservación, pero eso ya existía. Adal Ramones lo hizo por años en televisión. Esto es lo que está tomando auge porque como audiencia puedes identificar o identificarte con muchas cosas y eso crea un resorte de risa”, dijo Ortega.