Gaby de la Torre siempre se interesó por apoyar a los grupos más vulnerables, por lo que, aunque no había tenido ninguna experiencia cercana con este diagnóstico, hace 14 años decidió fundar la organización México Sonríe para ayudar a los niños con cáncer.
“Junto a voluntarios, visitaba el Hospital Federico Gómez para pasar un rato con ellos, contarles cuentos y que se les hiciera menos pesado el tiempo hospitalizados”, recordó la psicóloga.
“Conforme estás en contacto, te vas dando cuenta que hay muchas necesidades, una de ellas es que a las niñas les
daba mucha tristeza cuando se les empezaba a caer el pelo”.
Ayudar a las pequeñas a conservar su apariencia física con la donación de pelucas se convirtió en una de las tareas de la asociación, la cual busca mejorar la vida de los pequeños.
“Al tema de la imagen corporal como consecuencia de un tratamiento oncológico no se le ha puesto quizá tanta atención como se debería, el cual es muy importante, porque es una cuestión de autoestima”, mencionó Gaby.
Además del “Trenzatón”, como se llama uno de los programas de la organización, incorporó otros más, como el “Pasaporte a la Aventura”, con el que los chicos juntan sellos después de asistir a todas sus consultas y seguir de manera correcta los procedimientos, y, cuando llegan a un cierto número, se ganan un viaje a Cancún con un acompañante.
“El propósito era que se dieran cuenta que ellos tenían las herramientas para combatir esa enfermedad. Más allá de revictimizarlos, la idea era empoderarlos”, expresó la egresada de la Universidad Anáhuac México Norte.
Ahora, las cosas han cambiado, pues debido al desabasto de medicamentos oncológicos, la asociación ha tenido que
utilizar todos sus recursos para conseguir las quimioterapias que se necesitan.
“Obviamente era más importante cubrir ese vacío de en lugar de llevarlos a Cancún o el apoyarlos con medicamentos
complementarios”, comentó.
UNEN ESFUERZOS
El 1 de julio de 2021, Gaby y algunos amigos crearon la campaña “Salvemos Vidas”, cuyo objetivo es recaudar
fondos a través de la venta de distintas playeras.
Algunas personalidades se han puesto la camiseta y han contribuido para dar a conocer la propuesta altruista.
Todo el que quiera ayudar puede comprar una de las camisetas hechas por la campaña ‘Salvemos Vidas’, las cuales oscilan entre 250 y 300 pesos y se pueden encontrar en la página de Internet: www.salvemosvidas.mx
“Nos dimos cuenta que esto no se va a acabar, por lo menos no pronto, entonces va a ser
una campaña que estará de manera constante. Ahorita, está enfocada 100 por ciento al tema de quimioterapias, que es de los más importante que está ocurriendo, pero a los mejor después lo llevamos a otra causa que también se pueda apoyar”.GABY DE LA TORRE, fundadora de México Sonríe
SU TESTIMONIO
En 2018, Gaby fue diagnosticada con cáncer de mama, una experiencia que, aunque la hizo sentir un miedo como el que jamás había tenido, también la ha llenado de aprendizajes y agradecimiento.
“Ya llevaba más de 10 años con México Sonríe y estaba empezando el Mes Rosa, que es octubre, cuando me metí a bañar y sentí una bolita en la mama derecha. Entonces, me empecé a hacer toda la exploración”, contó la miembro honorario del Sistema de Protección para Niñas, Niños y Adolescentes en el Estado de México.
“Busqué imágenes con los pasos a seguir y, efectivamente, sentía una bolita. En ese momento le escribí a mi ginecóloga,
quien también es oncóloga, y me dijo que fuera a verla inmediatamente”.
Ese mismo día, le realizaron los estudios necesarios y unos días después le confirmaron lo que ella ya sabía. En total,
tenía cinco lesiones, cuatro del tamaño de un arroz y una de un frijol.
“Me quedé helada, porque era algo que estaba tan acostumbrada a saber, que me daba pánico estar pasado por
algo a lo que yo sentía que ayudaba. Fue fuerte, raro, diferente. No sabría qué nombre ponerle a esa emoción, porque no era enojo, ni tristeza, pero tampoco lo entendía”, describió la mamá de Juan Manuel Garavito.
El 16 de octubre, entró a cirugía para quitar toda la glándula mamaria y ponerse implantes, pues sólo de esa manera podía evitar necesitar la radiación y la aparición de células cancerígenas en un futuro.
“Me hicieron todos los estudios correspondientes y se tardaron como un mes en darme los resultados. Mi calificación
del tipo de cáncer y de lo agresivo que era es muy bajo, entonces nada más necesito unas pastillas y no quimios”, platicó la estudiante de un doctorado en Innovación en Responsabilidad Social.
“Era algo muy extraño para mi oncóloga, porque normalmente pacientes de mi edad, cuando les llega a dar cáncer, es
más agresivo, porque no es común. Todas las campañas por eso están hechas para personas más grandes, yo tenía 34 años en ese momento”.
“Esta experiencia, después del shock, ha sido de enseñanzas infinitas. Ahorita, sigo aprendiendo que es normal sentirnos vulnerables en algunos momentos de nuestra vida
y que está bien. También, a estar más cerca de todos los pacientes con los que trabajo,
porque entiendo por lo que pasaron”.GABY DE LA TORRE, fundadora de México Sonríe