Desde hace varios años, las personas son más conscientes del impacto de su consumo diario. Afecta no solo a la sociedad y la economía, sino también al planeta y la salud. Como resultado, todos hablan cada vez más de “consumo responsable” o ¿Pero qué significa realmente? ¿Cómo consumir de forma responsable?

 

El consumo responsable es una forma de consumo que tiene en cuenta las bases del desarrollo sostenible, es decir, que resulta beneficiosa considerando tres pilares diferentes, sin ningún orden específico.

 

En primer lugar, beneficia a la economía, especialmente a la economía local, ya que permite el comercio de bienes y servicios, beneficiando a los agentes involucrados en estos intercambios. En segundo lugar, tiene un impacto positivo en la sociedad, ya que los productos o servicios adquiridos están vinculados a una mano de obra que tiene salarios y condiciones de trabajo justos y también son positivamente buenos para los compradores (en asuntos como la salud). Finalmente, un consumidor responsable también reconoce los impactos asociados a las diferentes etapas de los productos (desde su producción, transporte y disposición) y trata de comprar los de menor impacto.

 

Según la firma especializada en shopper marketing “in-Store Media México”, para el 62 por ciento  de los consumidores mexicanos, el cuidado del medio ambiente es un factor determinante al momento de realizar sus compras, lo que revela el poder de los clientes para encaminar a que cada vez más empresas sean socialmente responsables con acciones concretas. 

 

Vida Circular, iniciativa de un grupo multidisciplinario enfocado en construir soluciones que favorezcan el medio ambiente, brinda algunas recomendaciones para tener un consumo más sustentable:

 

1.     Conocer y entender conceptos como economía circular, un modelo económico restaurativo y regenerativo que desde el diseño de los productos conserva el valor de los recursos y materiales el mayor tiempo posible. Con ello, los residuos no se consideran “basura”, sino material valioso que pueden ser utilizados nuevamente en procesos productivos. 

 

2.     Informarse sobre los productos y empresas que generan un mayor o menor impacto ambiental. Ante ello, cada día es más común escuchar que empresas de distintos sectores están realizando acciones en beneficio del planeta, como menores emisiones de carbono, ahorro de energía, uso de materiales reciclados, entre otros. De esta manera se incentiva a que sean cada vez más empresas las que actúen en favor del medio ambiente.

 

3.     Pensar en el ciclo de vida de los productos al momento de comprar: desde su origen, el uso que se da a los productos, hasta la manera en la que se convertirá, o no, en un residuo fácil de reincorporar a su ciclo de vida.   

 

4.     Consumir de manera responsable y siendo conscientes de los materiales que se están adquiriendo. Las materias primas que tienen menor impacto ambiental en México y los cuales se pueden reintegrar a un proceso de reciclaje son: plásticos como el PET y HDPE, acero, aluminio, cartón y papel. 

En casos como el plástico, su impacto ambiental disminuye gracias a que en su producción, se consume una menor cantidad de agua y se emite una menor huella de carbono. Una excelente manera de consumir responsablemente es comprar productos que vienen de fuentes recicladas.

 

 

5.     Utilizar el poder de las 4R´sreducir el uso o compra de productos no necesarios para crear menos residuos de los que se generan; reutilizar aquellos productos que ya no sirven para lo que originalmente se utilizó; recuperar materiales o elementos que sirvan como materia prima para otros productos; y reciclar los residuos que salgan de casa u oficinas.