Este miércoles el Congreso de Estados Unidos llevará a cabo la sesión conjunta para ratificar el triunfo electoral de Joe Biden en los comicios del pasado 3 de noviembre, cuyos resultados fueron confirmados por el Colegio Electoral el 14 de diciembre. 

La ceremonia, que marcará el último paso formal del proceso de transición, congregará a los integrantes de ambas alas del Legislativo estadounidense, quienes se darán a la tarea, conforme a lo establecido en la ley federal de EU, de abrir los certificados sellados de cada entidad, mismos que contienen los registros oficiales de los votos. 
 
Por protocolo, dichos certificados, que fueron avalados por el Colegio Electoral, serán llevados al Congreso dentro de cajas de caoba. 

Luego de la apertura de los sobres, los representantes bipartidistas leerán los resultados en voz alta —por orden alfabético— y se dispondrán para hacer un recuento final. Al terminar dicho proceso, Mike Pence, Vicepresidente de la Unión Americana, declarará formalmente al ganador en su facultad de titular del Senado

Por otro lado, será labor de los escrutadores registrar y contar los votos, a fin de que quien presida pueda declarar a los próximos mandos ejecutivos del país. 

 

Una vez concluida la ronda de registro de los votos, cualquier congresista, de acuerdo con la Carta Magna de EU, podría ponerse de pie y objetar, bajo cualquier motivo, el voto emitido por su estado. 

No obstante, el oficial que presida la sesión no tendrá la obligación de atender la objeción a menos que ésta esté por escrito y haya sido firmada por un integrante de la Cámara de Representantes y del Senado.

Si existiera una solicitud conjunta de este tipo, la sesión se suspendería y ambas salas del Legislativo darían inicio a discusiones separadas para considerarla. 

Después, para que la objeción fuera sostenida, las dos Cámaras tendrían que aceptarla a través de una mayoría simple. En una situación así, se deberán volver a contabilizar los votos electorales originales. 

Si no se consigue el consenso bicameral, la moción en cuestión iría para atrás. 

 

En esta ocasión, se espera que un bloque de senadores del Partido Republicano, liderados por el texano Ted Cruz, se opongan a la ratificación de Biden, como lo dieron a conocer el pasado 2 del presente mes. 

Aunque la acción no logrará impedir que el Legislativo de la Unión Americana confirme el triunfo del otrora Vicepresidente —dado que no se pronostica que pueda alcanzar el consenso necesario—, sí provocará un largo debate y una votación circundante al resultado electoral. 

De acuerdo con el comunicado que los senadores publicaron, la razón de su impugnación será demandar que el Congreso designe “inmediatamente a una comisión electoral con plena autoridad para investigar y determinar la verdad de los hechos con el objetivo de hacer una auditoría de emergencia de 10 días de los resultados electorales en los estados en disputa”. 

La sesión de hoy será la última etapa antes de la ceremonia de inauguración, programada para el 20 de enero, y también será la última oportunidad oficial para que se presenten objeciones a los resultados, más allá de los casos judiciales.