Las Artes Marciales Mixtas no es sólo combates. Esta disciplina, que reúne varias prácticas, también promueve la disciplina, el autocontrol, la salud mental y física, entre otras cosas.

El practicar AMM tiene muchos beneficios, entre los que destacan la reducción de peso, fortalecimiento muscular, control del equilibrio, coordinación y flexibilidad.

Entrar al mundo de las Artes Marciales Mixtas te llevará también a aprender técnicas de combate de pie y a nivel de suelo, logrando trabajar todo tu cuerpo.

Mejoras tu condición

Debido a los intensos ejercicios que debes hacer, tu condición física se verá notablemente beneficiada.

Los rounds de sparring, de 3 minutos de duración, se comparan con una sesión de cardio y si le agregas salto de cuerda, golpeo de saco, sombra de boxeo, será de mayor impacto.

Además, las sesiones de acondicionamiento, fortalecerán tu sistema circulatorio y respiratorio.

Disciplinado, disciplinado

Lo primero que te enseñarán en las AMM es a ser disciplinado y todo empieza, aunque te cueste creerlo, con la vestimenta hasta la intensidad que debes aplicar en cada entrenamiento.

Fomentar la disciplina día con día hará que no solo lo seas en tu lugar de entrenamientos, sino que te ayudará a llevar esa disciplina a nivel personal.

Aumentas tu confianza

“En las artes marciales se busca superarse a uno mismo por encima de la comparación con la otra persona y de la búsqueda de aprobación externa. No se busca la ficticia sensación de placer que se encuentra en el ganar, sino que la búsqueda es hacia uno mismo, mediante el desarrollo de las habilidades y la superación de los propios límites”, dijo Lara Terradas Campanario, psicóloga y terapeuta Gestalt, a La Vanguardia.

Autodefensa

Uno de los beneficios es que mientras mejoras tu condición física y fortaleza mental, tendrás buenas bases de defensa personal en caso de que una confrontación física sea inevitable.

Con las AMM, se fortalece todo el organismo, pero tienen mayor impacto en brazos, piernas, abdomen y glúteos.

Además, ayudan a la resistencia aeróbica, coordinación, elasticidad y, por supuesto, tonificación muscular.

Conoces y enfrentas tus emociones

“Practicar artes marciales es conocer la naturaleza de nuestras emociones, experimentar miedo, frustración, rabia, odio… Es una forma de encontrarnos con lo que tenemos en nuestro interior y poder vivirlo en su justa medida para evitar que las emociones nos controlen. Cuando entrenas, emulas situaciones de batalla donde existen uno o varios enemigos a los que hay que sobrevivir. Así puedes sentir y actuar, en lugar de reaccionar, que es a lo que estamos habituados”, explica Eva Sandoval, autora de “Tu poder ninja”.

Información: Marco Arellano