Es muy importante aprender a manejar las emociones, hablar amablemente con los menores y demostrarles empatía, sostiene el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Ante un momento de tensión, esto te servirá:
–Detente y respira profundo.
–Comenta, respetuosamente, que necesitas un momento solo.
-Ve a un lugar donde puedas tranquilizarte; respira profundo, así liberarás la tensión.
–Piensa de una manera distinta sobre los hechos. Reflexiona.
–Identifica lo que sientes.
–Regresa cuando estés tranquilo.
También hay que comunicarse mejor:
–Platica con tus hijos a diario; pregunta sobre sus cosas, su vida. Eso ayudará a normalizar la comunicación entre ambos para que sea fácil abordar temas complejos.
–Mantente al tanto de sus intereses.
–Escucha lo que tengan qué decir.
–Muéstrate comprensivo, no juzgues y evita etiquetarlos.
–Expresa tus sentimientos y pensamientos, así ellos se sentirán confiados para expresar los suyos.
–Se respetuoso y no digas malas palabras; evita alzar la voz y gritar.
Es importante demostrarles afecto. Abrazarlos, besarlos y decirles cuánto los amas y lo valiosos que son para ti, les formará una base emocional fuerte.
Según la Unicef, en este periodo, el 35.7 por ciento de los hogares con niñas y niños reportaron síntomas de ansiedad severa (frente a 26.7 por ciento en los otros hogares), mientras que el 34.2 por ciento informan que las discusiones y las tensiones aumentaron.
La violencia también afecta más a las niñas, de acuerdo con el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia.