El canto también era una de sus pasiones, pues, a decir de sus más allegados, lo hacía todo el día, sobre todo, el mariachi y canciones tradicionales mexicanas, además de escuchar a Alejandro Fernández.
Aunque en su vida social era mesurada, como amiga la describen impecable y divertida.
Una mujer feliz, congruente y sencilla, quien vivió con integridad y alegría, valores que le inculcó a toda su dinastía, la cual afirma que su más grande logro fue formar una familia sólida, amorosa y unida.