Para Enrique Padilla, mejor conocido como “El Pinta Cuadros”, el arte es la expresión más pura de los gustos, experiencias y conocimientos de la gente.
“En él encuentras una forma de plasmar, tanto tus formas como las de las demás personas”, asegura.
De las diferentes vertientes que existen, Enrique ha elegido al pop art para crear, ya que es el estilo con el que más se identifica.
Desde que comenzó a generar obras, empezaron a seguirlo personas de perfiles muy variados, que él clasifica en dos grandes grupos.
Por un lado, su técnica en lienzo es apreciada por gente que disfruta del arte y cuenta con un espacio ideal para coleccionar sus piezas.
Por el otro se encuentra el custom art, que considera especial para quienes desean hacer un regalo especial o plasmar los recuerdos de su infancia en una prenda u objeto.
Sus inicios
Enrique descubrió su vocación siendo ya un adulto, justamente durante su viaje de bodas: todo comenzó en Estambul, Turquía, en el año 2015, cuando, en un recorrido por la Ciudad, él y su esposa encontraron señales pintadas en el suelo con el texto Art Gallery, y la curiosidad los hizo seguirlas.
Dentro de esta galería encontraron el trabajo de Ilhami Atalay, un artista enfocado en neoexpresionismo, hiperrealismo y pop art, con quien mantuvieron una larga conversación.
“Saliendo le dije a mi esposa que yo también podía pintar y hacer piezas de arte (obviamente se burló horas de mí y de loco no me bajó)”, recuerda Enrique.
Sin embargo, su comentario se convirtió en premonición, pues un año después puso manos a la obra en una de las paredes de su casa: su jornada comenzó a las 8 de la noche y terminó a las 10 de la mañana, dando como resultado su primera obra de arte: “PandaFace”.
Su trabajo
Enrique define a sus creaciones como pop art contemporáneo con un toque de street urban.
Pinta cuadros en lienzo y aplica custom art en tenis, carteras, sombreros, bolsas, tazas y diversos objetos bajo pedido.
Intervenir prendas fue algo que comenzó a hacer en 2018, a raíz de que personalizó unos tenis para su hijo, Lucca; actualmente, tal actividad constituye un gran porcentaje de su trabajo, a pesar de que, según confiesa Enrique, al principio se rehusaba a ella.
“No quería perder enfoque de las exposiciones en galerías, consideraba que el custom me iba a consumir mucho y perder enfoque, sin embargo, después de ver la aceptación de la primera entrega, me gustó”, admite.
Gracias a este giro ha podido efectuar trabajos para deportistas como Alan Pulido, quien usó unos taquetes diseñados por El Pinta Cuadros en el Torneo Apertura 2019, cuando ganó el título de campeón de goleo.
Proceso creativo
– Los proyectos de Enrique siempre inician con una idea que puede ser suya, de la galería o del cliente.
– Después de meditar el concepto, lo aterriza en un boceto digital a media escala.
– Una vez que elige el boceto ideal, hace un delineado a lápiz o plumón en la pieza o lienzo.
– En seguida, fondea los colores con hasta tres o cuatro pasadas de pintura.
– Posteriormente delinea nuevamente a detalle.
– Al final sella la pintura, y en los casos que es necesario, aplica resina para crear un acabado tipo cristal.
Lo que se viene
A lo largo de los cinco años que tiene su carrera, Enrique ha participado en 10 presentaciones colectivas en diferentes partes de México y Estados Unidos.
Una de las más recientes tuvo lugar en Pez Gordo Gallery, ubicada en Playa Palmilla, en San José del Cabo.
Para el futuro inmediato, el autor está realizando una serie de tres cuadros para una galería de Los Ángeles, junto al artista tapatío El Malakate. Además de esto, en febrero de este año presentará algo de su trabajo en la revista Playboy.
Y para quienes quieran conocer mejor su trabajo, en las próximas semanas estrenará un sitio web para exhibir sus obras.
Sus obras más destacadas
Información: Club Redacción. Fotos: Martín Hernández.