El decreto presidencial ratificó la llamada “militarización” de las Aduanas.
Establece que, para una mejor organización y colaboración de las autoridades federales que ejercen sus atribuciones en los puntos de entrada y salida del País, las aduanas fronterizas serán “coordinadas” por la Secretaría de la Defensa Nacional.
Las aduanas marítimas serán coordinadas por la Secretaría de Marina y las aduanas interiores por la Agencia Nacional de Aduanas de México, que es un órgano administrativo desconcentrado de Hacienda que tendrá el carácter de autoridad fiscal y aduanera.