Esa educación en línea la organizan profesoras y profesores que cambiaron su metodología de enseñanza para que sus estudiantes no se vieran afectados.

Muchos de estos docentes encontraron una forma de innovar en las clases en línea, para transformar la educación de ahora en adelante. Sin embargo, hay otras situaciones en donde, debido a la falta de recursos, hubo que ingeniárselas para que la enseñanza llegara a más alumnos.

Arte y iPhone

Como parte de la cátedra “Arte, Objeto y Moda” de la Escuela de Arquitectura, Arte y Diseño del Tecnológico de Monterrey, y ante los retos de la pandemia, la maestra, curadora e historiadora Ana Elena Mallet incorporó recursos tecnológicos a sus lecciones.

Las clases que impartió Mallet en los dos semestres anteriores fueron teóricas, así que fue todo un reto innovar para que la cátedra fuera atractiva.

“Todas estas nuevas formas tecnológicas de educación me agarraron desprevenida de una manera sorprendente, pero supe aprender de estas nuevas tecnologías”, comentó la maestra.

En esta ocasión, quería que los alumnos trabajaran en algo que les motivara. Por ello, decidió hacer su clase más moderna, dejando de lado herramientas como Power Point, para mejor utilizar el iPhone.

“Les hice una encuesta para ver qué equipo de cómputo tenían y con cuáles dispositivos móviles contaban y la mayoría contaba con iPhone.

“Después me pregunté qué es lo innato de la moda y me di cuenta que los Fashion Weeks son un género de arte audiovisual que las marcas y diseñadores de moda están utilizando para contar historias sorprendentes sobre sus marcas y colecciones y el proyecto final fue un ‘fashion film’”, explicó Mallet.

Para este proyecto final de “fashion film”, cada equipo contaba con un iPhone para realizar toda la producción de su filme con él, al superar el reto de tener que filmar en equipo desde el encierro, provocado por la pandemia.

Además de los proyectos de fashion film, los alumnos prepararon podcasts para abordar todos los temas que vieron en clase.

Así es como se beneficiaron de la tecnología para aprender más sobre Historia de la Moda, al también usar herramientas como Zoom, pues la maestra afirma que la inmediatez en la comunicación facilita la enseñanza.

"La tecnología ya la tenemos a la mano con los celulares. Hay que saber sacarle el provecho necesario y que los alumnos desarrollen otro tipo de habilidades que les entusiasme. Al final del día, el celular es parte de su vida”

Universitarios con ganas de aprender

En la UNAM existen centros de idiomas en cada Facultad de Estudios Superiores (FES), y en el plantel de Aragón da clases de inglés Carmina Reyes, licenciada en Enseñanza de Inglés.

 “Ya se veía venir esto de la pandemia y yo lo hablé con mis alumnos, precisamente para ver cuál sería nuestro ‘plan B’ en caso de que nos mandaran a casa y todos pensaban que se iba a solucionar rápido, que iba durar dos semanas”, recordó Reyes.

Sin embargo, el 13 de marzo, la UNAM anunció el cierre de sus instalaciones, por lo que Reyes y sus alumnos se fueron a casa para continuar con la enseñanza a través de una pantalla, pese a la adversidad.

“Mis estudiantes pudieron dejar sus clases de Inglés para dedicarse a las materias de sus carreras, pero no lo hicieron, se interesaron en seguir y continuar con una nueva forma de enseñanza y es algo que les agradezco mucho”, comentó la profesora.

Reyes ya se había anticipado, de cierta forma, a esta nueva forma de dar clases, pues en enero de 2019 tomó un curso de la Universidad de Cambridge para la enseñanza en línea.

 Para la profesora, el llevar las clases de inglés a un formato en línea implicó establecer una estructura de trabajo totalmente diferente a las clases presenciales, por lo que modificó algunas actividades, por ejemplo, para desarrollar el vocabulario, les encomendó algunas lecturas.

Para lograrlo, Reyes utilizó una combinación de plataformas para hacer más dinámicas las sesiones. También usa recursos como gifs, imágenes y videos para que sus alumnos absorban lo visto en clase.

Para el semestre que acaba de terminar, la profesora tuvo cuatro grupos, de los cuales, tres fueron de 22 personas, mientras que en uno se inscribieron 37, clase por la que los estudiantes se “pelearon” por los lugares.

“Esta situación me hizo sorprenderme de mi propia habilidad, ya estaba acostumbrada a las clases presenciales, ya había caído en esta zona de confort, pero ahora sé que soy capaz de adaptarme a nuevas formas de dar clase, que me puedo apoyar mucho más de la tecnología para darlas"

Clases a nativos digitales

Laura Ugalde es una profesora de Inglés en segundo año de primaria que se enfrentó a una desafiante forma de enseñar a través de una computadora en el colegio privado en el que trabaja, ubicado en Tlalnepantla, Estado de México.

Cuando regresó a dar clases, a la profesora se le complicó algunas veces el uso de la tecnología, pero ríe al recordar que fueron sus pequeños alumnos los que en esas ocasiones le ayudaron a “moverle” a la herramienta.

“Regresé a dar clases a finales de octubre y mis alumnos ya sabían qué hacer”, comentó. “Me decían dónde picarle, a dónde irme, dónde estaban las funciones”.

El colegio en el que trabaja implementó Google Classroom, una plataforma educativa. Sin embargo, Ugalde quería innovar en su forma de dar las clases para que los niños no se desmotivaran o distrajeran.

Ahora dedica a la preparación de su clase más del doble de tiempo que antes, al pensar en distintas actividades que los pequeños puedan realizar desde su computadora.

Con el tiempo se percató que esta nueva forma de dar clases también abría nuevas oportunidades en enseñanza que tuvo que aprovechar.

Otro reto para Ugalde fue el control de grupo estudiantes de 7 u 8 años a través de una pantalla, lo que en un principio resultó más difícil que hacerlo en el mismo salón.

“Antes, si a un niño o niña lo atacaba un momento de crisis, corrías a abrazarlo, a contenerlo, ahora no puedes, y muchas veces los papás no están ahí para hacerlo”, comentó.

Aun así, la profesora entiende que las clases en línea y el uso de la tecnología pueden ser de mucho apoyo mientras la situación sanitaria perdure.

"“La tecnología nos abrió el panorama en cualquier aspecto, yo creo que el ser docente significa que siempre estarás aprendiendo y no va haber un día que no aprendamos algo bueno con base a la tecnología"

Los olvidados en las clases en línea

En la Ciudad de México hay distintos programas para que las comunidades indígenas reciban educación básica, ya sea para aprender a leer y escribir, o para cursar primaria y secundaria.

En uno de esos programas participa Enrique Cruz, quien da clases a personas de cualquier edad, desde niños y niñas, hasta adultos mayores.

“Dentro de los predios indígenas hay una serie de problemáticas y un rezago educativo muy amplio, el cual nos obligó a entrar a nosotros como profesores, para atender a los niños que tengan ese rezago, pero también a todas las otras personas, por eso damos clases en todos los niveles y a toda la población de esas comunidades”, explicó Cruz.

Sin embargo, al iniciar el confinamiento, el profesor tuvo que dejar de ir a estos predios, por lo que sus clases se detuvieron por algún tiempo. No encontraba la manera de continuar enseñando, pues sus alumnos no tenían los recursos necesarios para estudiar en línea.

Antes de la pandemia, Cruz tenía 109 estudiantes, de los cuales, el 80 por ciento eran mujeres. Después del inicio de la cuarentena, todos se fueron, ninguno pudo continuar.

Para que pudieran retomar los estudios, ahora en línea, Cruz entabló conversaciones con los dirigentes de los predios indígenas para buscar la forma de apoyar a aquellos que desearan continuar.

Así, buscaron lugares donde pudieran entrar a internet, algunas estudiantes se juntaron para, entre varias, comprar un smartphone y desde ahí tomar sus clases en línea.

Incluso, uno de sus alumnos toma sus clases en línea parado junto a un poste del C5, porque de ahí se conecta a la señal de WiFi.

“Intentamos modificar todo el plan de estudios para poder hacer todo en línea”, afirmó Cruz.

“Cuando comencé con esto solamente tenía 20 alumnos, pero estos programas se basan en números, y si no tienes el suficiente, te cuestionan por lo que estás haciendo, pero la situación fue difícil para lograr que esos 20 llegaran”.

El profesor no tenía ningún conocimiento de plataformas de enseñanza en línea y sólo recibió un curso relámpago sobre cómo utilizar Google Classroom. Después de eso, le enseñó a sus estudiantes cómo “picarle” a la plataforma para que tomaran sus clases virtuales.

Aunque ha sido difícil adaptarse a un formato en línea, que sus alumnos usen esta modalidad y hasta encontrar los recursos para seguir enseñando, Cruz entiende que sin la tecnología, sus clases no hubieran podido continuar.

"La tecnología es importante en estos días para poder desarrollar estas actividades, y tener acceso a la información y a los datos para que nos guiáramos y que no quedaran incomunicadas estas poblaciones, porque ellos quieren tenerlo, quieren acceso a las herramientas. Nunca se habla de las comunidades indígenas y realmente hay compañeros muy brillantes, y si tuvieran acceso a estas tecnologías, lograrían cosas muy grandes”

Información: Aleyda Ángel

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