Uno de los arquitectos favoritos de Carla Rivera es el japonés Tadao Ando, por lo que cuando conoció su proyecto Casa Wabi, en Puerto Escondido, inmediatamente deseó casarse en ese espacio, por lo que su prometido, Rodrigo Figueroa, la ayudó para que su sueño se volviera realidad.
“Cada momento fue mágico. Que la boda durara tres días fue lo que más disfruté, el sentir el amor de toda la gente que nos quiere y el escuchar a Ro diciéndome los votos fue el momento que más disfruté”. CARLA RIVERA, arquitecta de interiores
En noviembre del año pasado, la pareja se casó por la iglesia en la Parroquia de San Sebastián Mártir, en la Colonia Chimalistac, y, un mes más tarde, en Oaxaca, lo hicieron por el civil y sellaron su unión con una ceremonia zapoteca.
“El ver toda la organización de un año hecha realidad, el salir con la capa de luces y que él me diera vueltas y todos nos aplaudieran, cada instante lo gocé al máximo”. CARLA RIVERA, arquitecta de interiores
“Fue un fin de semana de no parar de bailar hasta el amanecer, Carlita y Ro son definitivamente el alma de la fiesta y verlos juntos te hace creer en el amor; son un equipo, mejores amigos y ahora esposos, listos para una aventura más”. CARLA ZEPEDA
“Estuve muy contenta celebrando el matrimonio de mis grandes amigos, la pasamos increíble y me encantó firmar su historia como testigo”. ALE GÓMEZ SÁINZ
“Fue una boda mágica, igual que lo son ellos, el lugar, la decoración, la comida y la atmósfera fueron la combinación de una noche perfecta”. NURIA CUERVO
“Soy amiga de Rodrigo de hace mucho tiempo y él es un hombre que siempre tiene una sonrisa para quienes lo queremos, pero nunca había visto que alguien lo hiciera sonreír y ser tan feliz como Carla”. NATALIA ALCOCER
La planeación de la boda comenzó un año antes, con el objetivo de que los invitados gozaran de un ambiente cálido, amigable y elegante.
Durante tres días, los asistentes disfrutaron de fiestas en la playa, en la alberca y cocteles.
Edición: Liliana del Olmo
Fotos: Cortesía GabFotografia