Separación financiera

Algunas parejas millennial que quieren mantener una clara separación de sus finanzas durante el matrimonio están usando acuerdos prenupciales como una alternativa a las leyes estatales que de otra manera tratarían ciertos bienes como propiedad matrimonial.

“No quieren mezclar su dinero; quieren vivir como ‘roomies’ financieros”, dice Steven M. Resnick, abogado de derecho familiar en Ziegler, Resnick & Epstein en Livingston, Nueva Jersey.

Este cambio de mentalidad es incluso cierto para los clientes que no tienen bienes importantes que proteger al contraer matrimonio, dicen los abogados.

Algunos millennials quieren mantener sus finanzas (actuales y futuras) separadas y formales, lo que les permitiría dejar un matrimonio, en caso de ser necesario, sin muchas condiciones.

Por supuesto, el matrimonio a menudo requiere la necesidad de compras conjuntas, como una casa familiar o un auto, y ciertos gastos compartidos, como la educación de los hijos. Si bien un acuerdo prenupcial no puede abordar la manutención de los hijos, las parejas que desean mantener sus finanzas separadas pueden usar acuerdos prenupciales para establecer cómo pagarán algunos de estos puntos caros, dice Nicole Sodoma, fundadora y directora administrativa de Sodoma Law en Charlotte, Carolina del Norte.

Embriones congelados

A medida que más parejas deciden retrasar el tener hijos, más acuerdos prenupciales incluyen instrucciones para tratar el material genético en caso de divorcio.

Sodoma ofrece el ejemplo de unos clientes que querían tener hijos, pero no de inmediato, por lo que decidieron someterse a una fertilización in vitro y congelar los embriones resultantes.

En su acuerdo prenupcial, la pareja acordó que, en caso de divorcio, sus embriones serían donados para la investigación de células madre a través de un banco local de células madre.

Cuestiones de mascotas

Las cláusulas sobre mascotas también se están volviendo más comunes en los acuerdos prenupciales de hoy, dice Clemens, especialmente entre las parejas sin hijos que ven a sus mascotas como sus familias de facto.

Ella dice que dos de sus clientes, una pareja de unos 30 años, querían ocuparse de qué pasaría con sus dos perros en caso de divorcio.

En su acuerdo prenupcial, elaboraron una agenda de visitas, un plan para dividirse las cuentas del veterinario y abordaron lo que sucedería si uno de ellos se mudaba lejos del otro.

Redes sociales

Jonathan Fields, abogado de lo familiar y mediador de divorcios en Fields and Dennis LLP en Wellesley, Massachusetts, dice que también recibe peticiones de clientes más jóvenes para incluir las redes sociales en los acuerdos prenupciales, para asegurarse de que un cónyuge no pueda escribir cosas desagradables del otro en caso de que termine la relación.

Esto podría cubrir todos los medios, incluyendo fotos, videos, blogs, mensajes de texto, tuits, etiquetado y publicación en cualquier sitio, servicio o plataforma de redes sociales, manifiesta.

Problemas de deudas

Muchos millennials entran al matrimonio con significativas deudas estudiantiles y de tarjetas de crédito, lo que también es diferente con respecto al pasado.

Como resultado, estos temas también están entrando en los acuerdos.

Gabrielle Clemens, directora administrativa de Clemens Private Wealth Management Group en Boston, dice que trabajó con una pareja en la que la futura esposa debía 75 mil dólares en préstamos estudiantiles y tarjetas de crédito.

La pareja agregó una cláusula a su acuerdo prenupcial que decía que cualquier activo matrimonial utilizado para pagar su deuda tenía que ser reembolsado en caso de divorcio.

Otra pareja usó un acuerdo prenupcial para abordar cómo se manejaría cualquier deuda estudiantil futura asumida durante el matrimonio. Estuvieron de acuerdo en que este tipo de deuda sería considerada una deuda personal de la parte prestataria, no una deuda matrimonial, señala Clemens, ex abogada de divorcios.

Pensión alimenticia

Para las parejas jóvenes que no han estado casadas y no tienen hijos, los acuerdos prenupciales deben anticipar cuestiones relacionadas con los posibles pagos de pensión alimenticia, como: ¿uno se quedará en casa con los hijos, o ambos trabajarán? ¿Cuáles podrían ser sus ingresos potenciales? ¿Necesitarán capacitación laboral? El truco con los acuerdos prenupciales y las personas más jóvenes es permitir la mayor flexibilidad posible, dice Resnick.

Esto significa, por ejemplo, que si la pareja decide divorciarse en los primeros cinco años de matrimonio, nadie paga pensión alimenticia. Pero si el matrimonio dura de 5 a 10 años, el cónyuge con mayores ingresos pagaría el 20 por ciento de la diferencia en sus ingresos como pensión alimenticia por un periodo de tiempo equivalente a la mitad de los años de su matrimonio.

También podría tener una vigencia limitada después de, digamos, 25 años, dice Resnick.

Profesionistas más jóvenes podrían pensar en renunciar a la pensión alimenticia, en especial si ambos tienen sus carreras y llevan vidas financieras separadas.

Sin embargo, Karen Robarge, socia de Aronson Mayefsky & Sloan, con sede en Nueva York, advierte en contra de esto, sobre todo si hay la posibilidad de que uno de los cónyuges pueda estar fuera de la fuerza laboral por un tiempo, aparte de una incapacidad por embarazo o un permiso de paternidad para educar a los hijos.

“Una ausencia prolongada para la crianza de los hijos podría afectar su futura elegibilidad para un empleo y su capacidad de ingresos”.