En esta clase de timo, los delincuentes se hacían pasar por laboratorios Pfizer y Chopo, pedían registrarse, contactaban por teléfono o mensaje a los enganchados, agendaban una cita, les pedían un pago anticipado y esperar la fecha para ser vacunados. Los precios de estas inexistentes vacunas rondaban entre los mil y 5 mil pesos, según datos de la SSC.
Para presionar, los supuestos vendedores le mienten a los compradores diciendo que su pago debe ser en menos de 24 horas o será cancelado porque tienen pocas vacunas y la demanda es muy alta.
Después de que la persona pagaba no le volvían a contestar, incluso, los bloqueaban.