Algunos utensilios que usamos con frecuencia necesitan estar juntos entre sí (por ejemplo, con lo que limpiamos la cocina o el baño), así que la mejor opción es colocarlos en un contenedor o caja de plástico y tenerlos disponibles. Lo mismo puede hacerse con los papeles de baño o las toallas de mano. O incluso, en espacios más reducidos como dentro de una caja para los útiles de nuestros hijos, podemos organizar todo por estilo, en recipientes más pequeños (colores en una cajita, pegamentos en otra).