De esta forma, la historia de un vendedor de autos desesperado (William H. Macy) que contrata a dos criminales (Steve Buscemi y Peter Stormare) para que secuestren a su esposa y así pueda cobrar el rescate que le piden a su adinerado suegro, se convirtió dóe inmediato en una cinta “cultural, histórica y estéticamente significante”, valores que la hicieron ingresar al Registro Fílmico Nacional de la Librería del Congreso de Estados Unidos.
A la fecha, a 25 años de su estreno, se mantiene como una de las 100 Mejores Películas Estadounidenses, de acuerdo con el American Film Institute.