ESTADO DE MÉXICO y MICHOACÁN.- Entregados a seguir el ejemplo de Cristo en la tierra, miembros de la organización Juventud y Familia Misionera recorrieron diversas comunidades de México durante la Megamisión 2021.

“A lo largo de estos 2 mil años, desde que Jesús vino al mundo, nos hemos enfrentado a muchísimas situaciones y, sin embargo, su palabra sigue viva, gracias a aquellos que han despertado, decidido a salir y dar este mensaje”, comentó Brenda Treviño, coordinadora de evangelización de la oficina nacional de Juventud y Familia Misionera.

Uno de los voluntarios fue Patricio Cuevas, quien con la sana distancia y con uso de cubrebocas pudo vivir lo que significó el calor y cariño de los habitantes en cada puerta que tocó.

Alejandro Kick, Regina Trujano, Juan Luis Tron, Brenda Treviño y Patricio Cuevas

“No tenía el gusto de conocer a nadie de los que están aquí, pero aprendí que venimos a ayudar, a compartir la palabra de Dios y a valorar lo que tenemos en nuestras casas, es una experiencia muy bonita”, mencionó el estudiante del Irish Institute México.

Ana Paula y Juan Mejorada
Ivanna González, Diego Nava y Paula Fernández

Previo a recibir a los fieles en las respectivas iglesias de las localidades para ofrecerles confesiones, los evangelizadores continuaron su peregrinaje entre campos agrícolas y ganado, en los que fueron testigos de la necesidad espiritual que se vive ante la emergencia mundial sanitaria.

“El sentimiento general es de alegría y esperanza, pues en la mayoría de los visiteos hemos visto lágrimas y emoción; creo que también por parte de los misioneros ha sido la prueba de que Dios es fiel y que siempre está con nosotros”, platicó Alejandro Kick, director local de Juventud Misionera Poniente.

Teresa y Manuel Medina
Ricardo Uribe, Georgina López Aranda, Carlos Errejón y Maritere Flores

Alrededor del Municipio de Contepec, en Michoacán, en las comunidades de Tenerías, Zaragoza y Venta de Bravo, familias provenientes de varios puntos del País también fueron parte de esta labor altruistas.

Durante su estancia, los católicos fortalecieron la fe de los pobladores con actividades lúdicas y deportivas, charlas, misas y visitas evangelizadoras, mismas que, además de alimentar los corazones de quienes asistieron, los dejaron llenos de luz y esperanza.

“El poder dedicar nuestro tiempo y acompañar a las comunidades que tanto lo necesitan es la transformación viva en nuestra vida de piedad como familia”, mencionó la pedagoga Georgina Lopez-Aranda, quien acudió con su esposo, Ricardo Uribe, y sus hijas, Ana Paula y Natalia.

Jimena Errejón iluminó con Sarai, Heidi y Dulce ilustraciones referentes a la Semana Santa.

“Todas las personas que hemos visitado hasta hoy son muy devotas, creo que nos han enseñado sobre ello y nos han contado experiencias personales, de las cuales hemos aprendido mucho”. JIMENA ERREJÓN, 21 años de edad

Matías Morán y Manuel Jiménez se echaron una cascarita con los niños que viven en el pueblo de Tenerías, en Michoacán.

Para muchos, la Megamisión de este año tuvo un significado más especial, pues al no haber podido salir en 2020, el retomar de nuevo esta tradición los dejó con la enorme satisfacción de vivir una Semana Santa con amor, tal y como señaló Ivanna González, quien ha asistido cinco veces a esta tarea evangélica.

“El año pasado que no pude venir sí me brincó mucho el cómo viví los días santos, porque a mí me gusta tener esos días presente a Jesús y vivirlos en la manera en los que tengo que hacer”, expresó Ivana, alumna de sexto semestre de Finanzas de la Universidad Panamericana de Guadalajara.

Con alegría y entusiasmo, los jóvenes fueron quienes se enfocaron en los más pequeños, ya sea con un partido de futbol para los niños, y dinámicas e ilustraciones para las niñas, hicieron click para acercarlos más a esta importante semana para el catolicismo.

Corazones felices

Del 27 de marzo al 4 de abril, integrantes de la organización internacional Juventud y Familia Misionera se dieron a la tarea de viajar por distintos puntos de la República Mexicana con el objetivo de llevar a cabo su  tarea evangelizadora.

En el pueblo de Zaragoza, en Michoacán, con lágrimas en los ojos, don Francisco Huitrón se dijo agradecido por la visita y por haber compartido con él un evangelio lleno de luz.

Apoyo desde casa

Ricardo Calzada y Christelle Sánchez con sus hijos, Ricardo, María José, Ana Lucía y Luisa Fernanda

En sintonía con las restricciones derivadas por la pandemia del Covid-19, los miembros de Juventud y Familia Misionera no se rindieron y continuaron su labor por medio de llamadas telefónicas.

De esta manera, la familia Calzada Sánchez se comunicó con pobladores de la comunidad de Tepa el Chico, en Hidalgo, para llevarles un mensaje lleno de esperanza.

“Misionar en forma telefónica y compartir nuestras experiencias como equipo a través de videollamadas y Zoom nos hizo darnos cuenta que, aunque el mundo está en pausa, Dios nunca lo está para nosotros”, mencionó la consultora de marketing digital, Christelle Sánchez.

Como responsable misionera en este pueblo, Christelle señaló la importancia de hablar con las seis familias que les tocó, pues éstas tenían prácticamente dos años sin recibir la tradicional visita misionera

Asimismo, tras ver el entusiasmo con el que participaron sus tres hijas y su hijo, los Calzada Sánchez esperan que en próximas ocasiones se pueda retomar esta herramienta.

“Espero que el año que entra sea un poco más híbrido hacia lo presencial y menos a lo remoto, pero de cualquier forma no perder lo que aprendimos a distancia: esto ha sido buenísimo y ayuda a que muchas más familias se sumen”, externó el contador Ricardo Calzada.

Debido a la pandemia, muchas personas no pudieron viajar para estar presentes en las actividades misioneras, por lo que optaron por conectarse por Zoom para transmitir sus buenos deseos y bendiciones a los beneficiados.

Comparten su dicha

Diana y Javier Flores con el Padre John Chaverra, L.C., y Malena Flores

Para cerrar con broche de oro su esfuerzo y los resultados obtenidos en su travesía, los misioneros se congregaron en la Universidad Anáhuac México Norte para la misa de Clausura de Megamisiones 2021.

“Aprendí a ser muy paciente con los miembros de mi equipo y que siempre que estoy cansado y que piense que ya llegué ami meta, simplemente la empujé más”, dijo Jorge Jabbour, de primer semestre de Administración y Dirección de Empresas.

José Angel Aguerrebere, Saúl Núñez y Jorge Jabbour

Asimismo, muchos coincidieron que la gran enseñanza de estos días fueron totalmente para ellos, pues se pusieron en los zapatos del prójimo y fueron empáticos en sus necesidades.

“Lo mejor fue encontrar a Dios en los pequeños detalles y a nunca dejar pasar la gracia de unas misiones y cuántas cosas puedes descubrir en cada esquina”, expresó Saúl Núñez, arquitecto.

Fernanda, José, Rodrigo y Selene Carrillo