Para Kitzia Nin Poniatowska, viajar a un destino va más allá de posar en sitios emblemáticos, se trata de adentrarse en la rutina de la gente, su gastronomía y cultura, lo cual le deja muchos aprendizajes y experiencias; por lo que, en su útlima aventura, tomó dos meses para recorrer 22 ciudades al lado de su hija, Federica Romero de Terreros.

“Conocer es caminar las calles, platicar con los locales, ver los monumentos, ir al teatro o al cine. Desde hace mucho tiempo tenía ganas de hacer algo así con Fede, porque a la mayor, Manuela, ya me la había llevado antes a Europa, Turquía y Egipto”, contó Kitzia Nin Poniatowska, madre de tres hijos.

“Por los tiempos, escuela o trabajo, no se daba, hasta el año pasado que todo se alineó”.

Kitzia Nin Poniatowska y Federica Romero

Hubo momentos en el viaje que era tal la impresión de lo que veías, que daban ganas de llorar. Es una experiencia que nos va a durar para toda la vida”.

Kitzia Nin Poniatowska y su hija, Federica Romero de Terreros, recorrieron el desfiladero de las Gargantas del Todra.

Tras hacer conciencia del lapso que implicaba, Kitzia Nin Poniatowska y Federica Romero de Terreros planearon su ruta y comenzaron su travesía en Madrid, España, para después, bajar a ciudades como Córdoba, Sevilla y Granada; luego, llegaron al Estrecho de Gibraltar, donde antes de cambiar de continente, vieron la unión del mar Mediterráneo y el océano Atlántico.

“Estar ahí fue único. Cruzamos en ferry el Estrecho y se me hizo fascinante. Imagínate: en un día claro, te paras en un peñón y tienes, de un lado, Europa, y, del otro, África”, dijo la escritora Kitzia Nin Poniatowska.

En Marruecos, , Kitzia Nin Poniatowska y Federica Romero de Terreros vivieron el ajetreo de las calles, pero también admiraron sus cerámicas y azulejos.
La gastronomía también fue un must, pues Kitzia Nin Poniatowska y Federica Romero de Terreros probaron platillos típicos como el tajine y el cous cous, así como una diversidad de aceitunas.

La travesía de Kitzia Nin Poniatowska y Federica Romero de Terreros

Sigue la ruta de Kitzia Nin Poniatowska y Federica Romero de Terreros en su viaje madre e hija.
El recorrido comenzó en Madrid, país al que Kitzia Nin Poniatowska no regresaba desde hace varios años.

El camino de Kitzia Nin Poniatowska y Federica Romero de Terreros siguió hacia Marruecos, por sitios como Tánger, Casablanca, Fez y Merzouga, donde, además de recorrer el desierto del Sahara en un dromedario, acamparon y pasaron una noche de ensueño bajo el cielo estrellado.

“Era surrealista, un lujo en medio de las dunas, con fogata, música y una mezcla de gente nativa, bereber, con la de la África negra; atardeceres, en fin, las cuestiones visuales te conmovían”, recordó Kitzia Nin Poniatowska, también publirrelacionista.

Cada lugar al que llegaban tenía algo mágico y Cádiz no fue la excepción.
Tras dejar Europa, al cruzar el Estrecho de Gibraltar y llegar al continente africano, la travesía de Kitzia Nin Poniatowska y Federica Romero de Terreros continúo por el puerto de Tánger, en Marruecos.

Y aunque ya habían viajado juntas Kitzia Nin Poniatowska y Federica Romero de Terreros en diversas ocasiones, esta vez fue distinta, pues al no ser unas vacaciones convencionales, la convivencia fue más intensa y estrecha, y no sólo se reencontraron a sí mismas, también se redescubrieron como madre e hija.

“La verdad, iba con cero expectativas. Sabía que conocería muchas partes, sobre todo, culturales porque así es ella, se mete en cada rincón, y en eso nos diferenciamos; por ejemplo, en el arte, le encantan los museos y yo veía frases en las paredes de los barrios”, contó Federica Romero de Terreros, de 24 años.

“Hubo un lema que decía: ‘La medida del amor es amar sin medida’ y eso me impactó muchísimo porque entendí que no hay extensión para quererte a ti mismo, ni cuando haces las cosas por cariño. Por eso, al final del viaje, le dije a mi mamá que, aunque me había llevado a visitar otros países y culturas, en realidad, me conocí más”.

En Merzouga, cerca de la frontera con Argelia, Kitzia Nin Poniatowska y Federica Romero de Terreros disfrutaron de un paseo en dromedario por el desierto del Sahara.

Gracias, mami, por enseñarme que los grandes momentos de la vida se encuentran en los pequeños detalles”.

Su viaje culminó en Casablanca, donde Kitzia Nin Poniatowska y Federica Romero de Terreros volaron de regreso a España.

Ahora, con un sinfín de anécdotas en sus memorias, Kitzia Nin Poniatowska espera sumar, en un futuro próximo, a su hijo, Matías, a una travesía similar.

Kitzia Nin Poniatowska y Federica Romero de Terreros