Elizabeth Rosemond Taylor, mejor conocida como Liz Taylor, llegó a este mundo el 27 de febrero de 1932. Nacida en Londres, hija de padres estadounidenses, Taylor inició una carrera en la actuación a muy temprana edad y, poco a poco, sus aptitudes y belleza la colocaron como una de las grandes estrellas de la Época Dorada de Hollywood en los 50. 

Esa mirada profunda y esos ojos que daban la impresión de ser color violeta se clavaron inmediatamente en la Meca del Cine, tanto así que hasta el día de su muerte fue una de las figuras más queridas y reconocidas.

Ganadora del Óscar, la actriz causó furor en su momento por sus múltiples matrimonios y relaciones amorosas, pero también atrajo la atención por vena emprendedora y altruista. En 1999, el American Film Institute la nombró una de las siete grandes leyendas femeninas de la pantalla. 

A poco más de una década de su muerte, ocurrida el 23 de marzo de 2011, te mostramos un poco del legado de Liz y un recordatorio del porqué hasta el día de hoy es uno de los íconos más grandes de Hollywood.

PRIMEROS PASOS

Siendo apenas una niña, firmó un contrato con Universal Pictures y, en 1942, debutó en la pantalla grande con la cinta There’s One Born Every Minute.

Pero fue el estudio Metro-Goldwyn-Mayer el que convertiría a Taylor en una estrella infantil. Con tan sólo 12 años obtuvo su primer protagónico en la cinta National Veltet, en la que interpretaba a una niña que buscaba competir en una carrera de caballos exclusiva para varones.

Así comenzaría un historial de cintas con el estudio que, dicho por ella misma, controló tanto su carrera como su vida durante varios años. Hizo Cynthia, Conspirator y Mujercitas.

Pasó de ser una estrella infantil a roles más adultos con Father of the Bride, A Place in the Sun y The Girl Who Had Everything. Participaba por lo menos en una cinta al año. Para mediados de los años 50, con menos de 25 años, su currículum ya contaba con más de 20 créditos.

ACLAMADA

Gracias a Gigante (1956), donde actuó con Rock Hudson y James Dean, Elizabeth recibió su primera nominación al Globo de Oro. Ganó uno en toda su trayectoria, por Suddenly, Last Summer. Fue el comienzo de unos años en los que la crítica reconocía una y otra vez su trabajo.

Por Raintree County (1957) obtuvo la primera de cinco nominaciones al Óscar como Mejor Actriz. Finalmente lo ganó por Butterflied 8 (1961) y se lo volvió a llevar por ¿Quién le Teme a Virginia Wolf? (1967). Le dieron uno más especial por su trabajo humanitario.

LA EMPERATRIZ

Cuando encarnó a la emperatriz Cleopatra en la cinta de 1963, la fama y popularidad de la actriz llegó casi literalmente a las estrellas. La cinta de 20th Century Fox la hizo ganar 1 millón de dólares por su trabajo. Fue la primera mujer en recibir esa cantidad de dinero.

Además de todas las complicaciones que tuvo la filmación y lo costosa que fue, la cinta fue polémica porque Taylor inició una relación extramarital con su coprotagonista, Richard Burton.

Pese a que la relación estuvo en el escrutinio público, la actriz y el actor se casaron y, además, formaron un matrimonio cinematográfico que los llevó a participar en 11 películas juntos, entre ellas The V.I.P.s (1963), The Sandpipier (1965), The Taming of the Shrew (1967) y ¿Quién Teme a Virginia Woolf? (1966).

8 BODAS Y 7 MARIDOS

Elizabeth Taylor se casó ocho veces con siete hombres distintos. Su segundo matrimonio fue con el actor Michael Wilding, en 1952, quien era 20 años mayor que ella. La diferencia de edades fue un factor para su separación en 1956, y su divorcio en 1957. Tuvieron dos hijos, Michael y Christopher Edward. 

Su tercer esposo fue el productor Mike Todd, y su boda fue en Acapulco en 1957. Tras su unión tuvieron una hija. Todd falleció en 1958 en un accidente aéreo. 

Con el cantante Eddie Fisher inició un romance, mientras él estaba aún casado con la actriz Debbie Reynolds. Finalmente se casaron en Las Vegas, en 1959, aunque después dijo que se casó sólo por el duelo.

En 1962 conoció a Richard Burton en la filmación de Cleopatra. La pareja comenzó una relación extramarital, pues ambos eran casados. El escándalo provocó que El Vaticano los condenara y el Congreso de Estados Unidos le negara la entrada al país. 

A los 10 días de divorciarse de Fisher, en marzo de 1964, se casó con Burton en Montreal. El actor adoptó a Liza Todd y a Maria Burton, una huérfana que Taylor estaba en proceso de adopción.

Una década después, en junio de 1974, se divorciaron, pero se reconciliaron y se volvieron a casar en Botswana, en octubre de 1975. Su segundo matrimonio con Burton duró menos de un año.

Su sexto esposo fue John Warner, un político republicano de Virginia. Se casaron en 1976, pero la vida de esposa de un político en Washington, D.C., le pareció aburrida. Taylor y Warner se separaron en diciembre de 1981 y su divorcio se concretó en noviembre de 1982. 

Estuvo comprometida con el abogado mexicano Víctor Luna. Y, en 1988, conoció a quien fue su séptimo esposo, Larry Fortensky, de quien se separó en 1996, aunque permanecieron siendo amigos hasta el día de su muerte. 

SU LADO ALTRUISTA

Elizabeth fue una de las primeras celebridades en hacer activismo para hablar del enorme impacto de la pandemia del VIH/SIDA. En vida, ayudó a recaudar más de 270 millones de dólares a la causa. Sus primeros esfuerzos comenzaron en 1984 y, en 1991, creó la Elizabeth Taylor AIDS Foundation (ETAF). 

Persuadió al Presidente Ronald Reagan a que reconociera la existencia de la enfermedad y criticó a George W. H. Bush y Bill Clinton por su falta de interés en combatirla.

EMPRESARIA

Antes que Britney Spears, Paris Hilton y muchas más lo hicieran, Elizabeth Taylor fue la primera celebridad en crear su propia colección de fragancias. En colaboración con Elizabeth Arden, Inc., lanzaron dos perfumes exitosos, Passion y White Diamonds.

Se dice que ganó mucho más dinero por las fragancias que lo que hizo como actriz. Además, en 2005, fundó House of Taylor, una compañía de joyas.