Piqsels, U.S. Fish and Wildlife Service y Portillo-Lémus L.O./Wikimedia Commons

A pesar de ser icónicas en México desde la época prehispánica, varias especies están amenazadas por la destrucción de su hábitat, el comercio de vida silvestre y el cambio climático.

La lista de especies en peligro de extinción es parte de la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010. Actualmente, contiene más de 2 mil 600 especies. El Centro para la Diversidad Biológica seleccionó algunas para inspirar al público a exigir una mejor protección.

Conoce a 5 de ellas en el marco del Día Mundial de la Vida Silvestre, celebrado cada 3 de marzo para concientizar sobre la disminución de organismos causada por las actividades humanas.

Guacamaya roja

Iván Montes de Oca Cacheux/Conabio

Con su larga cola flameante, la guacamaya roja (Ara macao) vuela en el cielo de Chiapas. Su plumaje color escarlata adornado con líneas amarillas y azules se ganó el respeto de los antiguos habitantes de México.

Los mayas creían que Itzamná, una deidad solar, encarnaba en una de estas aves para quemar las ofrendas que dejaban las personas en su templo. Sus plumas rojas terminadas con una mancha azul eran llamadas “flamas”.

Actualmente se desconoce el tamaño de su población, pero está restringida a la Selva Lacandona, aunque existen esfuerzos por reintroducirla en Veracruz. Fue exterminada en Campeche, Oaxaca, Tabasco, Tamaulipas y Veracruz. Sus principales amenazas son la tala indiscriminada, el robo de polluelos y el tráfico de especies.

Se encuentra En peligro de extinción, según la NOM-059-SEMARNAT-2010.

Coral cuerno de alce

Isaí Domínguez Guerrero/Conabio

El coral cuerno de alce (Acropora palmata) es una de las especies coralinas de mayor importancia porque es el elemento primario para la formación de arrecifes en el Golfo de México y en el Caribe mexicano.

Su abundancia favorece la creación de refugios para muchos organismos como peces, cangrejos, langostas y tortugas. Las personas también son beneficiarias de ellos porque ofrecen protección ante huracanes y capturan carbono.

Aparte de ser conocidos por sus ramas grandes, planas y gruesas que alcanzan los 50 centímetros de ancho, ahora también son famosos por ser vulnerables al cambio climático. Tormentas, enfermedades y contaminación son otras de sus amenazas.

La NOM-059-SEMARNAT-2010 designa a esta especie como Sujeta a protección especial.

Orquídea monja blanca

Orchi/Wikimedia Commons

México es rico en orquídeas, pues tiene registradas mil 260 especies de las más de 20 mil que existen a nivel mundial. Un total de 190 especies están en alguna categoría de riesgo en el País.

Una de ellas es la orquídea monja blanca (Lycaste skinneri), cuyo hogar se encuentra en Chiapas, donde su hábitat está restringido por plantaciones de café, arroz y frijoles, así como por el desarrollo urbano. En México se desconoce su estado actual, pero se estima que ha sido cosechada hasta el agotamiento.

Las orquídeas, en general, son apreciadas por su elegancia y bella forma, además de que producen un olor agradable y sus colores son llamativos. Su comercio ilegal con fines decorativos, por lo tanto, también representa un peligro.

Está En peligro de extinción en la NOM-059-SEMARNAT-2010.

Pepino de mar

Luis Gerardo Hernández Moreno/Conabio

Su apariencia no invita a las personas en México a comerlo, pero el pepino de mar (Isostichopus fuscus) es un manjar codiciado en el sureste de Asia, donde un kilo puede costar hasta mil 600 pesos.

Son animales emparentados a las estrellas de mar y a los erizos porque forman parte del grupo de los equinodermos. Pueden medir hasta 28 centímetros y pesar 960 gramos. Viven en arrecifes poco profundos a lo largo del Océano Pacífico, desde el Golfo de California hasta Ecuador.

Es desconocido el estado de su población, pero cada año se emiten permisos para capturarlo. Otro factor de riesgo es el alto porcentaje de pesca ilegal. Según científicos, la especie experimenta sobreexplotación, un manejo inadecuado y una demanda cada vez mayor, pese a que en México no se consume.

La especie se considera Amenazada en la NOM-059-SEMARNAT-2010.

Tortuga laúd

Rabon David/USFWS/Pixnio

Las tortugas marinas son parte de las culturas de México desde la época prehispánica. En Baja California Sur pueden verse pinturas rupestres que representan a estos animales y una tradición aún perdura entre los comcáac o seri: la Ceremonia de la Caguama. Suelen decorar una tortuga laúd (Dermochelys coriacea) para liberarla con la esperanza de que vuelva con alimento y abundancia.

Se trata del réptil marino más grande del planeta porque crece hasta 2 metros de largo y puede pesar hasta 700 kilogramos. En el País se halla a lo largo del Pacífico, en especial en las costas de Michoacán, Guerrero y Oaxaca.

A pesar de su majestuosidad, sus nidos han sido presa del saqueo intenso de huevos para el consumo humano. Las playas donde anidan también han sido perturbadas y destruidas por el desarrollo costero, el turismo irresponsable y las luces de las ciudades, que confunden a las crías, así que se mueven hacia la iluminación en lugar de al mar.

Su estatus es En peligro de extinción en la NOM-059-SEMARNAT-2010.