La cita
Esta visita comenzó a las 9:00 de la mañana del 5 de octubre y duró dos horas; esta es la tercera vez que se efectúa, inspirada por la piedad y la devoción, y orientada a encender el fervor por la Virgen de Zapopan.
Los asistentes
Cada año, los frailes de la Basílica invitan a Cata Olea a que convoque a sus amigos a esta visita; ella procura que en cada ocasión vayan personas distintas, y se asegura de que sean auténticas devotas de la Virgen; también suele incluir a gente que está pasando por una situación difícil, como una enfermedad o una pérdida.
Visita especial
El recorrido comenzó con una explicación de los detalles de la fachada de la Basílica; luego se trasladaron a los pasillos, donde se pueden apreciar pinturas y agradecimientos de milagros, y también conocieron los oratorios y la sacristía. Después hicieron una breve reflexión y oración personal. Por último subieron al trono de la Virgen, el momento culmen de este acontecimiento.
Gratas sorpresas
Cata comparte que, gracias a esta visita, varios asistentes descubrieron que a un lado de la Basílica hay un convento franciscano. Este requiere de mucho esfuerzo para mantenerse, y actualmente alberga 70 frailes, además de que 50 estudiantes se preparan ahí.
Amor sagrado
La gran pinacoteca fue uno de los puntos favoritos de los visitantes, pero lo más especial del recorrido fue poder estar frente al trono de la Virgen, escuchando a los frailes compartirles los milagros y las anécdotas de los peregrinos.
Palabras de apoyo
Fray José de Jesús Rodríguez Galindo, sacristán mayor de la Basílica de Zapopan, comenta que es muy importante la ayuda que la gente brinda a los frailes franciscanos para continuar realzando la belleza de la iglesia.
Información: Carolina Herrera. Fotos: Yliana Domínguez.