“Es muy versátil y se ha utilizado desde hace muchísimo tiempo en la elaboración de cocteles clásicos, sobre todo en Italia. Es muy bueno como digestivo y su acidez lo convierte en una gran opción para preparar aperitivos”, detalla Gina Barbachano, bar manager de Hanky Panky.
Fueron los italianos quienes se apoderaron y adaptaron aquella receta hipocrática con gran entusiasmo. Para finales del siglo 18, la mayoría de los bares en Turín elaboraba su propia versión del vermut.
Vino fortificado (con alcohol destilado añadido), ajenjo, especias, hierbas y caramelo conforman la fórmula genérica. Cada marca elabora su receta.
Según la autora especializada Madeline Puckette, raíces, pieles de naranja, lima y toronja; hierbas, como junípero, orégano, lavanda, mejorana y manzanilla, además de especias, como clavo, canela y anís estrella, son comunes en la mezcla.