Una ventana al mundo maya
Dentro de la Reserva de la Biosfera de Calakmul, la más grande de México, la antigua ciudad maya de Calakmul te tiende un puente al pasado.
La grandeza de sus conservadas estructuras la hacen equiparable a otras zonas arqueológicas más conocidas como Palenque, Uxmal y Chichén Itzá, mientras que las más de 100 estelas halladas en el lugar son ejemplos del arte maya ancestral.
Antes de adentrarse en el sitio arqueológico conviene hacer una visita al Museo de Arqueología y Naturaleza de Calakmul. En el recinto se introduce al viajero a conocer la flora y fauna del lugar (como los murciélagos, monos araña o faisanes) y se le brindan detalles de la arquitectura de la urbe por medio de réplicas a escala.
Si deseas tener una excepcional experiencia del lugar, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco, es recomendable escuchar la guía de los expertos.
Edén en el Pacífico
Paisajes cargados de azul de cobalto e íntimos rincones que invitan a tirarse al sol y descansar son dos características de las bahías de Huatulco y sus idílicas playas, situadas en el Pacífico mexicano.
En el embarcadero de Bahía Santa Cruz, yates y lanchas aguardan la llegada de viajeros interesados en explorar entradas de mar casi vírgenes, como Bahía Órgano y Bahía Maguey, dos de las cinco que conforman el Parque Nacional Huatulco, área natural protegida. En estas aguas oaxaqueñas se practica avistamiento de aves, buceo, pesca recreativa y kayak, entre otras actividades de naturaleza.
En el destino, además de participar en liberación de tortugas y otras actividades ecoturísticas, también se está dando un boom en cuanto a pequeños hoteles que proponen conocer proyectos sustentables que realizan los lugareños.
Cuenta con halo mágico
Desde su nombramiento como Pueblo Mágico, Cuatro Ciénegas de Carranza siempre ha dado motivos para considerarlo como gran alternativa en un itinerario vacacional.
El mayor atractivo natural de esta zona está a nueve kilómetros del poblado coahuilense: La Poza Azul, laguna en medio del desierto cuyos microorganismos han aportado información sobre la generación de vida en el planeta. En ella habitan especies únicas en el mundo, como la tortuga bisagra.
De visita en el poblado es obligado probar los dulces de nuez e higos, los duraznos en almíbar y los vinos de producción local. Uno de los ganchos para los turistas que gustan de la historia es el Museo de Venustiano Carranza, instalado en la casa donde nació el revolucionario.
Con sabor chiapaneco
Las enseñanzas de Kakaw, Museo del Cacao & Chocolatería Cultural, invitan a probar parte de la suculenta historia de San Cristóbal de las Casas. Tras dar un paseo por las calles del centro de la ciudad, amigable para ser recorrida a pie, tienes una invitación para sumergirte en el pasado indígena de una forma deliciosa.
Desde 2010, en San Cristóbal de las Casas se abrió este recinto dedicado a difundir el legado del cacao. La museografía atrapa al viajero a la vez que comparte el camino que sigue la semilla de cacao hasta convertirse en chocolate: una enorme vitrina exhibe la variedad que se produce en el mundo y en otra parte se muestra una colección de utensilios de diversas latitudes usados en su preparación.
El museo, situado en el Centro Histórico, se complementa con la Chocolatería Cultural, espacio para trovadores y degustaciones, además de una boutique que tiene a la venta recuerditos y varios tipos de chocolate.
Información: Patricia Miranda
Fotos: Tomadas de sus respectivas páginas web
Edición y diseño: Janayna Mendoza
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