En octubre de 1992, México obtuvo los derechos del Abierto de Maceió, de Brasil, para darle paso al Abierto Mexicano de Tenis, competencia que debutó en febrero de 1993 en la categoría de Serie Mundial, con una bolsa de 300 mil dólares, siendo el primer torneo ATP de América Latina.
La sede fue el Club Alemán de la Ciudad de México y el austriaco Thomas Muster obtuvo el campeonato, el cual conservó consecutivamente hasta 1996. Además, por única vez en toda la historia del ATM, un mexicano llegó hasta la semifinal de singles, Óliver Fernández.