El productor y egresado de Artes Visuales por la New York University (NYU), Fausto Terán,  es la mente creativa detrás de JapoNeza Retreat y Nakurama, acogedores espacios en Tlaxcala.

“Estuve en Japón por un par de meses haciendo jiu jitsu, principalmente en Tokio, y fui a recorrer varias partes de esta nación; al observar ese entorno, sentí el tema de que somos muy parecidos en muchas cosas, porque, al igual que ellos, nos encanta lo mítico y ceremonial, todo lo que nos gusta, pero ellos lo aplican con disciplina”, comentó Fausto Terán.

Al regresar del país nipón, platicó con una amiga, quien hizo una tesis en la que estudió los paralelismos de México con Japón en los siglos 18 y 19.

“Ellos cruzaron por aquí para irse a Europa y nos dejaron mucho conocimiento sobre madera, máscaras, juguetes, arquitectura, el trabajo del calzado con piel y texturas; hay una serie de conexiones entre estas dos naciones y nos sentimos identificados con ellos”, dijo Fausto Terán.

“Y bajo este razonamiento nació JapoNeza: Japo, porque es mitad japonesa, y Neza, por Nezahualcóyotl, que es la interpretación mexicana”.

Estos espacios te ayudan a pensar, crear, concentrarte; son perfectos para la inspiración”.

Fausto Terán y Andrea Santibañez
+ Locación: JapoNeza Retreat y Nakamura
+ Maquillaje y peinado: Mara Cisneros
+ Moda: Lydia Lavín y DV Clothing Co. para Ophelia Showroom
+ Botas: Montserrat Messeguer

El proceso creativo

Atraído por las aves migratorias de la región, como patos canadienses y garzas, y las postales que brinda la Laguna de Atlangatepec, fue cuando Fausto Terán pensó que debería tener ahí un sitio de retiro.

Cuando adquirió las tierras, eran un establo; luego, lo transformaron en una casa de campo para sus papás, pero, más tarde, pensó en convertir este lugar en una especie de santuario y fue así que empezó con la idea de plantear un bosquejo con elementos de la cultura japonesa.

“Siempre mis amigos arquitectos me apoyaron dándome su opinión sobre lo que se iba proyectando, pero como es algo que no está en México era difícil decirle a alguien cómo unir la mitad de esto”, dijo Fausto Terán.

“Me metí mucho a los libros; cursé Arquitectura de la Imaginación, en Harvard; en MIT estudié arquitectura japonesa y en la Universidad de Tokio un diplomado en historia de esta nación después de la Segunda Guerra Mundial, entonces, más bien lo que he hecho es prepararme mucho más con conceptos”.

 

Japoneza Retreat y Nakamura son lugares para meditar y estar en silencio, para contemplar y sanar”.

JapoNeza Retreat inició su construcción bajo un concepto rústico con elementos vanguardistas

Uno de los puntos más emblemáticos para Fausto Terán, quien es ex alumno de School of visual Arts (SVA) y Herbert Bergdorf Studio es también la ayuda a las familias de este ejido al consumir materias primas, distintos productos locales para la cocina, darles trabajo como hosts, cocineras y mantenimiento de estos espacios turísticos.

“Todos los que construyeron JapoNeza Retreat son personas de la comunidad y siguen trabajando con nosotros; muchos se iban a Estados Unidos y ahorita tenemos la oportunidad de apoyarlos”, expresó.

Tal es el éxito de JapoNeza Retreat, que Fausto Terán, junto a algunos inversionistas, está finalizando varios proyectos para formar parte de grandes escenarios en Mérida, como en Valladolid, Entreselvas e Izamal.

 

Hay mucho trabajo non stop; fue un año y medio de trabajar en estas casas buscando la armonía de cada uno de los elementos y plasmar lo que a mí me remite y viví en Japón, por eso estos materiales y este discurso”.

La casa Nakamura está inspirada en cómo vivían los samuráis o luchadores de sumo que se llamaban ‘heyas’, que eran los establos donde cohabitaban y entrenaban.

Un perfecto equipo

Además de ser la prometida de Fausto Terán, la actriz Andrea Santibañez ha estado tan involucrada con este JapoNeza Retreat, que ha dedicado la mayor parte de su tiempo a crear ideas, principalmente en interiorismo.

 

“Para mí, es el lugar perfecto para desconectarme de lo cotidiano y enaltecer la maravilla de estar aquí y ahora”, contó Andrea Santibañez,  actriz de la película “Presencias”.

 

JapoNeza Retrat un sitio en donde reina la calma, se puede bajar de decibeles y contemplar el entorno. Es mi lugar ideal para agradecer, venerar a la naturaleza, meditar y estar en silencio, para contemplar y sanar”.

 

Se ha involucrado desde el management, operación, diseño y creatividad, pues confiesa que está enamorada y entregada emocional, mental y físicamente.

Andrea Santibañez, egresada de Diseño de Modas por la Universidad Jannette Klein, se ha concentrado en materializar diseños de diferentes tipos parar enriquecer el concepto.

“Estamos expandiendo las líneas de textiles, tenemos tiempo que empezamos a crear nuestras propias piezas, en colaboración con Atzin Hernández”, platicó Andrea Santibañez.

“Creamos ropa de cama hasta cortinas y hamacas; ahora, estoy trabajando en kimonos, pendones y cobijas teñidas, bordadas a mano y confeccionadas, intentando plasmar en cada una el sentimiento que representa para JapoNeza Retreat”.

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JapoNeza Retreat: el lugar ideal para relajarse en Tlaxcala

Fausto Terán en Instagram

A través de las redes sociales, Fausto Terán comparte los momentos junto a Andrea Santibañez en JapoNeza Retreat.

+ Los detalles del interiorismo

JapoNeza Retreat está pensado para que su operación no deje una huella ecológica, por lo que desde la construcción se usaron materias primas de la zona.

 

Los amaneceres es uno de los mayores atractivos de este destino de lujo sustentable.
Carril de nado, ubicado a 2 mil 500 metros de altura, en un clima semidesértico.
Con el uso de maderas de la región se hizo este baño tradicional japonés.
Escaleras de maderas quemadas a mano con la técnica japonesa yakisugi con detalles de piel y henequén mexicano

+Toque Oriental

Fausto Terán y Andrea Santibañez forman una mancuerna perfecta en este JapoNeza Retreat.

 

En los cobertores, Andrea Santibañez realizó un diseño que está ligado a la filosofía kintsugi, en la cual los japoneses pegan pedazos rotos de cerámica con oro.
Bajo esta idea, creó un diseño en el que refleja este simbolismo que muestra la capacidad de cuadrar heridas y enaltecerlas, además de encontrar también la belleza y aprendizaje en ellas.
Para las visitantes, elaboraron kimonos en algodón.
Para los huéspedes, se hicieron varios modelos en este atuendo oriental, los cuales también son de algodón y de lino.
Llamadas ‘Noren’, estas cortinas son utilizadas para delimitar estancias.