En la Montaña de Guerrero, Angélica fue vendida a los 11 años para un matrimonio infantil forzado. Su esposo emigró a Estados Unidos y tuvo que vivir con sus suegros.
La adolescente huyó tras varios intentos de violación de su suegro, quien alegaba ser su dueño pues pagó 120 mil pesos para casarla con su hijo. El hombre exigió a la Policía Comunitaria la devolución del dinero o la detención de la niña, quien pasó 10 días encarcelada junto con sus hermanitas y su abuela.