En México pueden encontrarse los fabulosos vinos de Egon Müller, un productor espectacular cuyas etiquetas son de las más reconocidas. Dicen, quienes saben, que la añada 2019 de Scharzhofberger Riesling Kabinett (por llegar al mercado) es la mejor de la historia.
Los de Rheingau son quizás más ligeros, pero igual de elegantes, con acidez pronunciada, frutalidad y mineralidad dignas de destacarse. De esta afamada región proviene el reconocido Kiedrich Turmberg Riesling Trocken, de nariz frutal e intensa, con notas cítricas, acompañadas de manzanas y duraznos maduros, delicada acidez en boca, mineralidad ahumada, y un final con notas tropicales que lo hacen increíblemente delicioso.
También de Alemania pueden destacarse los vinos de Pfalz, cuyo gran exponente en México es el Riesling Classic de Hambacher Schloss Kellerei, un vino que muestra gran complejidad de aromas frutales y un fondo floral, con una boca agradable equilibrada y de acidez fresca.