Fue fundado en 1610 con el nombre de “El Mesón de San José”. Los primeros dueños fueron franceses y el hotel era para la clase social alta. Diligencia y Humboldt fueron otros de sus nombres. En 1918 pasó a manos de españoles y de 1940 a la fecha, sus dueños son los hermanos Oliveros, de nacionalidad mexicana.
Cuenta con un elevador que ya no está en uso y ahora es una pieza de exhibición. Fue el primer ascensor del hotel y uno de los dos primeros instalados en América Latina. Fue traído en una embarcación procedente de Italia.
Botica del Hospicio
Narcisa, viuda de Garnica, compró el negocio entre los años 1910 y 1915, pero ya existía desde 1892. Está ubicada en el cruce de las calles Dionisio Rodríguez y Cabañas, pero originalmente estaba frente al Mercado San Juan de Dios.
La botica conserva el mostrador original y un calendario que data de 1920. Josefina Garnica, hija de Narcisa, se hizo cargo del negocio de 1940 a 1960, después la relevó su hija Carlota Avelar, y ahora está a cargo la cuarta generación familiar.
Botica Jalisciense
Fue fundada en 1893 por Manuel Álvarez Ramírez, de oficio Químico Farmacobiólogo. A 129 años, la botica se conserva casi intacta, los mostradores hechos con madera de pino y roble sólo han cambiado de color. Actualmente, la quinta generación de la familia sigue atendiendo el tradicional negocio. Entre lo más buscado están artículos de cuidado personal. Su domicilio está en Pedro Moreno 516, en el Centro de Guadalajara.
La botica también es una especie de museo, ya que cuenta con varias piezas originales de hace más de un siglo, como la primera caja registradora hecha de bronce y latón, relojes, un destilador de agua y alcohol, entre otros artículos.
Cantina La Sin Rival
Nació en 1898 y siempre ha estado en el cruce de Calzada Independencia y la Calle Gante. Cuando se fundó, esa zona era de mesones, donde los comerciantes foráneos llegaban a comer y beber luego de surtir mercancía, y años después, en 1952, con la cercanía a la Central Camionera (vieja) era el lugar obligado para visitar.
En 124 años, la Cantina La Sin Rival ha tenido cuatro propietarios. Siempre ha conservado la arquitectura y concepto original del lugar. Sigue vigente la “Diligencia”, que ha sido la bebida típica del lugar y consiste en seis caballitos de tequila blanco.
Café del Centro Histórico Tapatío
Fue fundado en 1922 por Rafael Hernández López y se ubica en Calle Independencia 466. Actualmente, la cuarta generación comienza a hacerse cargo del negocio. Hernández López, de 93 años, se encarga de seleccionar los granos y tostar el café todos los días, es hijo del fundador.
Entre la decoración del lugar hay un menú con precios de finales de 1922, cuando se encontraba el negocio en Calle Independencia 546, frente al Mercado Corona. Muelen el café en un molino de hace 70 años. Han conservado la esencia de un café clásico que gusta a jóvenes y no tan jóvenes.
Lonchería La Playita
Fue fundada en 1935 pero sus orígenes se remontan a 1932, cuando Crescenciano Navarro perdió el trabajo que tenía en una empacadora de carnes frías, sin embargo, aplicó los conocimientos que había adquirido y comenzó a producir y vender sus propios embutidos en una bicicleta afuera de la Estación del Ferrocarril y en el Centro de Guadalajara. En esta foto se aprecia su sucursal Avenida Juárez 242, local al que llegaron en 1970.
Más tarde Navarro compró un puesto de aguas frescas ubicado en la alacena número 3 de la Calle Colón, donde -apoyado por su esposa, Martha Pérez- comenzó a vender lonches calientes de chorizo, pierna y lomo, que primero cocinaba en una estufa de petróleo y luego en una de gas. La foto es de 1942.
Casa Anguiano artículos religiosos
Fue fundada hace 80 años por Bernardo Anguiano, un hombre muy católico que estuvo en el seminario. Actualmente está ubicado en Avenida Fray Antonio Alcalde 113, pero se trata de su segundo domicilio, pues el primero estaba a unos locales de ahí.
Luis Juan y Esmeralda Anguiano ahora son los encargados del negocio que inició su abuelo. Con el paso de los años dicen que ha cambiado el material con el que se fabrican las esculturas y se ha suplido la pasta y el yeso por la resina alabastro. La Virgen de Guadalupe, el Sagrado Corazón de Jesús y San Judas Tadeo son de los más pedidos por los clientes.
Afiladura San Juan de Dios
Nació en 1954. Manuel Villaseñor Gudiño siguió el oficio de afilador y peluquero de su papá, que fue de los primeros comerciantes del Mercado San Juan de Dios. El fundador trabajó afilando con la máquina de su creación, que sigue en uso, hasta los 90 años.
Esperanza y Roberto, hijos del fundador, ahora se encargan del negocio y dicen que tienen clientes de otros municipios y estados vecinos. Tijeras, cuchillos y alicatas son lo que más afilan. Otros de sus hermanos se dedican al mismo oficio de afiladores.
Información y Fotos: Maricarmen Galindo Síguenos en Twitter: @muralcom