No se puede negar que Fiat tiene una larga trayectoria entendiendo las necesidades de vehículos urbanos. El Mobi es un ejemplo de ello.
En sus menos de 3.6 metros de longitud está cargado de elementos de diseño: la versión que manejé fue la Trekking, que agrega algunos elementos ornamentales para hacerle ver un poco más aventurero. Entre ellos están los rieles en el techo, que además son funcionales, y algunas calcomanías en negro para enfatizar su intención deportiva. Sobra decir que no es un SUV, aún que Fiat presume los 19 centímetros de altura libre de su carrocería.
El interior también es agradable a la pupila. En el panel de instrumentos tiene tacómetro y velocímetro análogos, pero agrega en el centro una pantalla monocromática con los demás indicadores. La pantalla del sistema de entretenimiento es también de buen tamaño y con CarPlay y Android Auto. La calidad del sonido no es del más alto nivel, pero apropiada para su segmento.