Para el historiador Carlos González, las fiestas en honor a la Virgen de Guadalupe iniciaron en el Barrio San Luisito en el último tercio del siglo 19, cuando ya existía una capilla en forma, la edificada en 1875.
Aunque su extensión ha cambiado por reglas municipales, la vendimia en la feria se mantiene: se ofrecen desde caramelos, dulces mexicanos y antojitos hasta churros, pan… y cobertores: “¡a ver este otro, aborregado, si lo quieres, te lo vendo; caballero, si lo quieres, te lo llevas. Le ponemos este otro, suavecito, y este otro y este otro…!”.