'NUNCA HABÍA PASADO ESTO'

El lunes por la noche, habitantes de la Colonia Emiliano Zapata, en Rayones, Nuevo León, escucharon el rechinido de llantas de vehículos que llegaron a la tienda de abarrotes “La Curva”, el negocio más grande del Municipio y en donde todos compran sus alimentos.

Luego, quienes ahí habitan comenzaron a escuchar algunos disparos y, momentos después, la llegada de más vehículos, gritos y la cantidad de detonaciones aumentó a más de 2 mil.

“Se oyeron muchos balazos”, contó ayer un habitante.

Lo único que pudieron hacer, narró, fue apagar los focos de la sala y correr al último cuarto con su familia.

“Nunca había pasado esto, nunca”, dijo aún asustado.

“Estábamos cenando, nos fuimos a gatas para abajo de la cama”.

La esquina de Higinio Reyes Casas y Francisco Villa, en la Colonia Emiliano Zapata, fue el escenario del hecho violento más grande, hasta ahora, en la historia de Rayones.

Al menos es lo que narran los vecinos más longevos del pueblo.

“Tengo más de 60 años viviendo aquí, escuche bien, jamás había pasado algo así, solo pleito de borrachos”, sostuvo un habitante a la policía.

Los más de 2 mil 226 casquillos que se encontraron en el lugar dejaron huellas en fachadas y postes de concreto en la zona.

Estas eran vistas aún con asombro por los habitantes.

“Nadie salió, todos esperamos a que llegaran los policías”, contó otro vecino.

Ayer la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, inició la Operación Muralla para contener el ingreso del narco por esa zona de Nuevo León.

Más de 50 vehículos con policías armados de Fuerza Civil, Agencia Estatal de Investigaciones, y de la Guardia Nacional recorrieron todo el territorio para buscar a los pistoleros que se enfrentaron.

Hasta anoche, la hipótesis de que los pistoleros escaparon por la sierra con rumbo al poblado de San Rafael, en Coahuila, y de ahí viajaron hacia San Luis Potosí era la línea más robusta de los agentes, aunque aún no había nada claro.

PEINAN RAYONES TRAS BALACERA

Más de 100 elementos armados, entre federales, agentes ministeriales y Fuerza Civil peinaron ayer al Municipio de Rayones para localizar a integrantes de dos células del crimen organizado que se enfrentaron el lunes.

Los agentes encabezados por personal de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana realizaron diferentes diligencias y entrevistas en el pueblo.

Agentes de la Fiscalía General del grupo de homicidios y reforzados con tres Black Mambas participaron en la Operación Muralla.

Brechas, ranchos, cabañas y refugios fueron visitados por los agentes que estuvieron vigilados también por aire.

Hasta ayer, según información proporcionada por los habitantes y derivado de indagatoria, se presumía que ambos grupos que se enfrentaron y escaparon a San Luis Potosí por el poblado de San Rafael, ubicado en Coahuila.

“Tenemos como dato preliminar que se habrían retirado por San Rafael y la Autopista 57 con rumbo a San Luis Potosí”, comentó un agente cercano a la indagatoria.

A lo largo de los 50 kilómetros de la carretera que conecta a Rayones con la Carretera Nacional, Fuerza Civil colocó dos filtros que permanecerán fijos por tiempo indefinido.

“Se mantendrá un operativo especial, en tanto se encuentra una solución definitiva”, señaló un mando cercano al operativo.

Los negocios y comercios diversos que se ubican a lo largo de la Carretera y en el casco del municipio operaron ayer con relativa normalidad.

La Operación Muralla permanecerá en la zona como parte del programa de respuesta y contención del crimen, explicó una fuente de la Secretaría.

“Nos sentimos más seguros, ya con los policías”, comentó uno de los habitantes ayer.

“Es que sin policías no es lo mismo”.

'NOS SALUDABAN'

La vida en el municipio de Rayones cambió notablemente desde septiembre de 2024.

Ubicado en medio de la sierra, con solo una carretera de acceso, el municipio vive básicamente del comercio y la venta de nuez.

Abundante en esa zona del sur de Nuevo León.

“Los vimos en la plaza principal, andaban armados, traían camionetas, pero nos saludaban, no molestaban ni hablaban con nadie”, contó un habitante.

“Por eso (su presencia) cancelaron el Grito, era un pueblo muy tranquilo”.

Para los cerca de 100 habitantes del casco no hubo tiempo de interpretar nada, el narco ya estaba en el pueblo, aunque solo de paso.

Los habitantes creen que Rayones es importante para el narco porque es una ruta que les permite trayectorias más seguras.

Por la sierra los criminales se trasladan desde los municipios de Galeana e Iturbide, y también desde el poblado de San Rafael, que conecta con la Autopista 57 en Coahuila.

Desde ahí, aseguran, buscan salida a municipios como Montemorelos, y General Terán para llegar a China, y luego a Reynosa, en Tamaulipas.

“Creemos que es por eso, por la ruta, porque aquí no hay nada”, sostuvo otro de los habitantes.

Nadie en el pueblo sabe si las autoridades estatales o federales sabían de la presencia del narco en la Sierra de Rayones.

O al menos de sus trayectos por esa zona.

Aunque intuyen que sí.

“Bajaron las fiestas, las rentas de cabaña, los paseos en moto, ya no se vendía ni nuez”, contó otro habitante.

Desde que aparecieron los pistoleros las afectaciones económicas llegaron con ellos, pues han cerrado algunos comercios.

“Ya nadie viene los fines de semana”, acotó ayer una habitante.

Desde el kilómetro 212 de la Carretera Nacional hasta el casco de Rayones suman 50 kilómetros de una vía con más de 40 kilómetros de sierra y sin comunicación.

A lo largo existen decenas de comercios que sobreviven del turismo, pero este ha bajado por la presencia del narco.

Ayer, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana aplicó la Operación Muralla para contener el ingreso del narco por esa zona de Nuevo León.

Más de 50 vehículos con policías armados de Fuerza Civil, Agencia Estatal de Investigaciones, y de la Guardia Nacional recorrieron todo el municipio para buscar a los pistoleros que el lunes sembraron terror.