PIDEN MAYOR EMPATÍA

Álvaro Altamirano está al frente de Casa de la Amistad para Niños con Cáncer, I.A.P., desde finales de 2020, cuando su fundadora, Amalia García Moreno, le llamó para que se hiciera cargo de la organización y le diera un nuevo impulso.

“Empezamos a tener un fenómeno que a todo el mundo le sucedió, y más a las instituciones de asistencia privada (I.A.P.), de percibir menores ingresos y afrontar igual o mayores gastos. Nosotros hemos mantenido los sueldos de los colaboradores y la atención de todos nuestros niños y jóvenes con cáncer”, explicó.

Como una manera de enfrentar este nuevo reto, el organismo decidió renovarse, por lo que además de anunciar una campaña de recaudación muy ambiciosa, modificó su logotipo y frase principal, la cual ahora es “Hablar de Cáncer es Hablar de Vida”.

“Queremos cambiar esta idea de que automáticamente cuando escuchas cáncer piensas en muerte, porque atendido a tiempo y bien manejado con un buen tratamiento es perfectamente salvable”, comentó el abogado.

“Los pequeños y adolescentes tienen una oportunidad magnífica de sobrevivir y lo que queremos es que el nivel de supervivencia sea mucho mayor, estamos en un 65 por ciento, más o menos, y queremos llegar a un 85”.

El reto que tenemos es que el cáncer no espera y tenemos que seguir procurando y convenciendo a nuestros donadores de que lo que están haciendo con sus recursos es salvar vidas. Estamos en una situación importante, apremiante y con muchos cambios relevantes para que esta institución tenga mayores ingresos”.

Como muchas otras fundaciones, esta institución depende en gran medida de las donaciones que recibe, por lo que es muy importante para ellos crear conciencia sobre la gran necesidad que existe en México de ésta y otras organizaciones sin fines de lucro.

“Ni el Gobierno puede solo, ni tampoco el sector privado. Creo que aquí necesariamente es una labor de coordinación de esfuerzos, alianzas y lo que es importante es que las instituciones de asistencia privada prevalezcan y hagan su trabajo con las diferentes causas y misiones que cada una tiene para lograr este desarrollo que queremos en nuestra sociedad mexicana”, explicó.

Para Álvaro, algunas de las características más relevantes que deben tener los equipos de estos organismos son la transparencia en el uso de sus recursos y un gran desempeño por lo que hacen, pues, de esa manera, podrán sobrellevar las épocas más difíciles y crear un vínculo de confianza con sus aliados.

“Fundamentalmente tener pasión por tu propia misión; la causa debe enamorar a las personas y tiene que haber un gran compromiso de los involucrados en los diferentes patronatos de las I.A.P., que hay en todo el País”, expresó el egresado de la Escuela Libre de Derecho.

Así como las fundaciones deben estar reguladas por la Junta de Asistencia Privada de cada región para que haya claridad en sus operaciones, Álvaro pide más solidaridad de parte del Gobierno para estas organizaciones.

“Sí considero que desde el sector público deberían ser más empáticos con las I.A.P., que ponen su esfuerzo, tiempo, trabajo pro bono y dedicación para la obtención de resultados. En nuestro caso, lo que nos gustaría es un mayor apoyo del sector gubernamental hacia los niños y jóvenes con cáncer en nuestro País”, mencionó.

ELLOS OPINAN

Líderes de distintas fundaciones alzan la voz sobre la participación que el Gobierno debería tener en apoyar a las sociedades civiles durante este tiempo.

El Gobierno tiene bien definidas sus políticas y estrategias de apoyo. Las fundaciones, por su parte, deben reforzar sus esfuerzos para continuar con la labor que se han propuesto; lo ideal es trabajar en armonía”.

Los incentivos fiscales ayudan. Como institución gubernamental podría generar un fondo de emergencia para las instituciones que tienen programas que son necesarios para las familias”.

Entiendo que los fondos que antes se entregaban a las ONG’s, ahora los canalizan de forma directa. Creo que una forma de apoyarlos sería reconociendo que hay distintos tipos y tamaños. Lo anterior, permitiría identificar a los que necesitan recursos; creo que promover procesos fiscales que las asfixian va en detrimento de las comunidades que apoyan”.

El Gobierno debería auditar a las ONG’s para ver a qué programas sociales destinan los recursos, puesto que hay muchas que sólo lucran para su propio beneficio y, a partir de esos parámetros, poder tomar una decisión en el apoyo correspondiente a cada organización según sus alcances”.

Necesitamos un apoyo mayor, hay tantos problemas en México actualmente que se pueden resolver mejor si participamos en conjunto, la autoridad, sociedad civil y empresas, así es como se logran los proyectos más virtuosos”.