La inclusión de Jodie Foster, que entonces tenía 12 años, fue recibida con preocupación y polémica entre críticos y expertos, sobre todo por que su personaje era el de una prostituta adolescente.
Foster dijo que estuvo presente durante el montaje de la violenta escena final, pues todo el proceso le fue explicado paso a paso. Además, antes de recibir el papel, fue sometida a pruebas psicológicas con un psiquiatra de UCLA, para asegurarse de que su papel no la afectaría de alguna forma
Sin embargo, hace unos lustros, Foster reconoció que dar vida a Iris fue muy incómodo, pues Scorsese no supo abordar diferentes escenas con ella. El cineasta se apoyó en De Niro para darle instrucciones a Foster. Desde entonces, la actriz asegura que el histrión fue su mentor y mayor influencia en Hollywood.