Sembrador de sabiduría

DANIEL OSCAR GARZA CONTRERAS
Diciembre 11, 1933 – Septiembre 7, 2020

Tito Oscar: Cumpliste todas tus metas y sembraste sabiduría y amor en las personas. No diré que te fuiste, porque permaneces en nuestros corazones. Gracias por haber sido un gran hermano, un tío increíble, un papá excelente y un ser humano incomparable.

Tuve el privilegio de ser parte de tu vida y, definitivamente, contigo tuve las mejores clases sobre la vida. Con tus acciones me enseñaste sobre respeto, amor, lealtad y solidaridad.

Comienza tu camino en un lugar mejor. Te fuiste de aquí con el propósito de acompañar a tu familia del cielo, como lo hiciste en la Tierra. Hoy buscas acompañar a tu esposa, tus hermanos, papás, abuelos y a cualquier persona que necesite tu ayuda.

Hoy me doy cuenta que eres fiel, incluso en la muerte. Tu alma se ve en las buenas acciones de la gente que te rodeó. Tu esencia permanecerá viva hasta la eternidad.

Te veo brillar como una estrella en el cielo. Gracias por darnos luz en la vida y en la muerte, en el presente y en el pasado, en el ahora y en la eternidad. Te amo, Tito Oscar, gracias por ser el mejor tío abuelito que Dios me pudo dar. Hoy la huella que sembraste en mí florecerá en un árbol llamado eternidad.

Analucía Ramón Bravo

Daniel Oscar dejó en sus seres queridos mensajes de respeto, amor, lealtad y solidaridad.

Hasta luego, hermana

MARÍA DEL CARMEN TREVIÑO VILLEZCA
Enero 22, 1963 – Agosto 28, 2020

Dios me concedió la dicha de ser su hermana, siempre juntas. Tenerla en mi vida fue inspirador.

Fue una mujer que resolvía las cosas con carácter, enfrentando la vida con mucho valor. Dejó ejemplo de vida por el amor y la lucha hacia los suyos.

Disfrutaba y consentía a sus hijas y Dios le permitió la gracia de conocer nietos, uno de cada hija, sus mayores alegrías de la vida. ¡Toda la familia te extrañará!

Tengo la certeza de que algún día Dios nos reunirá a todos y seremos uno con Él y con sus elegidos, entonces es un “hasta luego”.

Tu hermana, María de los Ángeles Treviño Villezca.

Lleno de luz

EDGAR NAVARRO GARCÍA
Noviembre 14, 1936 – Octubre 26, 2020
No te podemos ver, pero te podemos sentir. El que ya no estés aquí ha sido una de las experiencias más dolorosas de nuestras vidas. Pero lo más sorprendente de tu partida es que alrededor de todo ese dolor nos ha llegado una vorágine de amor inimaginable. Qué maravilloso es que esto sea lo que nos consuele, y nos haga salir de esa oscuridad para ver toda la luz surgiendo de tu bella alma.

Gracias por ser y permanecer en nuestros corazones. Descansa, mientras nos volveremos a encontrar en los brazos de Dios.

Te amamos

Tu esposa, hijos y nietos.

Un doctor 'milagroso'

DR. PEDRO GUTIÉRREZ LIZARDI
MARZO 16, 1943 – OCTUBRE 18, 2020
Su inesperada partida es algo que todos lamentamos, quienes lo conocimos, quienes trabajamos con él, sus alumnos, sus pacientes…
Era “milagroso”. Sus pacientes mejoraban con sólo verlo llegar, pues siempre les brindaba seguridad, empatía y un trato cálido. Así era él, amable y entregado a su profesión. 

Sin duda, el personal de enfermería le agradece sus enseñanzas y apoyo incondicional. Fue un gran ser humano, un gran maestro y un gran médico. 
Seguiremos poniendo en alto su nombre, Dr. Perdro Gutiérrez Lizardi, y lo recordaremos siempre con mucho cariño.
Juany Padilla
 
Al Dr. Pedro se le recuerda por su calidez humana y gran vocación profesional

Vivo en el corazón

ALFONSO TREVIÑO

En el cielo se encuentra el mejor papá del mundo. Una persona comprometida a que nunca le faltara nada a su familia y siempre nos enseñó a estar juntos. Su frase fue: “Aquí vives y no pagas renta” al mismo tiempo que se ponía la mano en el corazón.
Jorge Treviño

A don Alfonso se le recuerda por su gran compromiso con la familia.

La amistad fue tu objetivo

RICARDO VILLARREAL GONZÁLEZ
Junio 7, 1977 – Julio 19, 2020
Inmediatamente comprendí tu labor en esta vida, pero tarde aprendí que la acabarías pronto. La amistad fue tu objetivo: directo, completo y diario. Nunca supe distinguir a tu familia de tus amigos, lograste ser entrañable en ambos y hacernos sentir indistintos.

¡Va! a quién le importa no llevar tu apellido en el nombre, si te llevamos en el corazón.

Quizá “amigo” no fue tu primera palabra al hablar, pero nos la enseñaste muy bien y es la que pronunciamos todos para recordarte, ahora que no estás.

Te extrañamos… ¡AMIGO!

Tu amigo por siempre, Juan Pablo López

A Ricardo se le recuerda por ser entrañable y por no distinguir entre familia y amigos.

Grandes enseñanzas

Hernán Cortez Cárdenas
Noviembre 12, 1947 – Agosto 16, 2020

Mi viejito: Es doloroso saber que ya no estás con nosotros, pero saber que regresaste con Dios y que has cumplido tu labor en esta tierra, es una bendición. Siempre te preocupaste por los demás, además fuiste un hombre muy trabajador, honrado y cariñoso con tus nietos.

Tuvimos la suerte de haber compartido muchos momentos felices a tu lado. Te agradecemos todos los momentos vividos y las grandes enseñanzas que nos dejaste.

Te recordamos con mucho cariño, 

Tus hijos Jessica, Martín y Alma, y nietos

Al ingeniero Hernán
lo recuerdan
sus familiares y amigos

'Adiós, querida amiga'

Leidy Laura Pineda Flores
Octubre 29, 1984 – Septiembre 7, 2020
Todavía me preguntó por qué te fuiste. No lo logro comprender. Tenías muchas cosas por vivir, sobre todo ver los triunfos de tus hijos Itzel Alejandra y Draco Murad, pero está enfermedad te llevó…
Fuiste siempre una mujer fuerte, entrona y, sobre todo, alegre y optimista. Sé que ahora desde el cielo estás cuidando de tus hijos. Me quedo con tu sonrisa.
Siempre tu amiga, Claudia Pineda Flores
A Leidy Laura, madre de familia y ama de casa, la recuerdan su familia y amistades

Tu causa: una Ciudad mejor

Eduardo Javier Quintanilla Pedraza
Febrero 14, 1965 – Septiembre 8, 2020
La Banqueta se Respeta se volvió tu causa. Al principio no entendíamos bien para qué, pero conforme vimos tu pasión por buscar una metrópoli accesible para todos, entendimos que debíamos…

abrir nuestros ojos a ver algo tan simple y cotidiano, pero sumamente importante, como las banquetas que están a nuestro alrededor. 
Gracias por tu legado, gracias por luchar hasta el final. Fuiste un guerrero y estamos sumamente orgullosos de todo lo que hiciste.

Te queremos y te extrañamos siempre.
Tus hermanos, cuñada y sobrinas.

Eduardo Javier era economista con maestría en administración y promotor de la iniciativa urbana “La Banqueta se Respeta”.

Gracias por tu sonrisa

Manuel Chapa Gutiérrez
Diciembre 21, 1947 – Agosto 28, 2020
Te llevamos en la mente y más en nuestro corazón. Aún nos parece increíble tu partida. Creemos que estás en casa con abuelita Ichita y que vendrás a cuidarnos y a jugar con nosotros…

Fuiste el mejor esposo, padre, abuelo, suegro, hermano, tío, padrino y maestro.

Damos gracias a Dios por tu vida, por cruzarnos y ponernos en tu camino, siempre con tu sonrisa , tu buen humor y tus palabras siempre correctas en el momento preciso. Apoyando siempre para sumar, nunca para restar. 

Que tengas un buen viaje de regreso a la Casa de Dios y espéranos por favor para volver a tener charlas profundas y nos ganes en el sudoku, pero lo más importante, para ver de nuevo tu sonrisa y sentir tu abrazo. 

Con muchísimo amor

Manuel y Verónica, y tus nietos Velibeth y Manuel 

Manuel era ingeniero civil y académico. En la imagen, con Ichita, su esposa.

Lo recuerdan su esposa, hijos y nietos

'No era un sueño'

José Ángel Mena Hernández
Enero 14, 1963 – Agosto 20, 2020
Ya me di cuenta, papá, no era un sueño de ésos de los que no puedes despertar. Estuve seca de tanto llorar. Siento que me abrazas, pero no logro mirarte ni escucharte…
Sé que todos lo hemos afrontado alguna vez, pero no lo supero ni quiero aceptarlo, porque desde que te vi partir no hay un instante que no te piense.
Gracias por todo y por tanto, por eso que sólo tú y yo sabemos. Sigue volando alto, lejos, fuerte y libre, que algún día te alcanzaré.
Tu hija Alejandra.
José Ángel era contador público y los recuerdan su esposa y sus dos hijos.

'Estás con nosotros'

Juan Manuel Moreno Cázares
Febrero 8, 1943 – Julio 27, 2020
Hace dos semanas exactamente perdimos a mi abuelo paterno. Decidí no compartir nada al respecto porque honestamente estaba en shock y sigo en shock…
La verdad me cuesta creer que no exista físicamente. No puedo creerlo. Me cuesta el no haberme despedido de él, como muchos miembros de la familia tampoco tuvieron esa oportunidad debido a la situación en general por el Covid-19.
 
Tenía mucho tiempo sin verlo y para no ponerlo en riesgo a él ni a mi abuela (como ustedes saben, todos los adultos mayores son los más vulnerables) procuraba llamarlos cada semana para saber cómo estaban. Mi última llamada con él, como siempre, fue muy feliz.
 
Tal vez fue mejor así, despedirnos de esta manera, despedirnos de lejos, en espíritu, porque a él no le hubiera gustado vernos tristes y mucho menos le gustaba que lo viéramos vulnerable.
 
Estamos viviendo situaciones completamente nuevas y sobrenaturales, por lo que enfrentar un duelo en estos momentos se vuelve un poco más difícil de lo que ya es. Por eso digo que no puedo creerlo, pero lo aceptaré porque ya no hay vuelta atrás.
 
No voy a negar nuestra tristeza, pero tampoco voy a negar la felicidad y tranquilidad que siento por él, porque ya está con Dios, porque eso era lo que él quería.
 
Se fue demasiado pronto y de una manera muy rara, pero se fue al lugar que añoraba y pedía para cuando pasara a la otra vida: con Dios, con sus padres y sus hermanos.
 
Tal vez no sabemos que haya después de la muerte, pero seguro hay otra cosa que no lograremos entender ahora ni en esta dimensión.
 
No me considero una persona religiosa ni devota, pero sí espiritual, y eso me gusta pensar, que la muerte es pasar a otro nivel u otro mundo donde hay alguien esperándonos con mucho entusiasmo.
 
Llámese paraíso, edén, cielo, valhalla o reencarnación, definitivamente hay una vida o una extensión de vida después de la muerte física y esa vida debe ser muy bonita y tranquila. Ahí está él, celebrando.
 
Me quedo triste, pero feliz de que el universo me lo haya regalado, así como él me regaló a mi mamá y así como ella me regaló la vida.
 
Yo sé que él sabe que fue un hombre muy amado y sabe que yo lo amé, también.
 
Sé que nunca le quedé mal como nieta y quizá no me verá casarme o darle otro bisnieto o, simplemente, verme cumplir más metas, pero yo siempre le di todo y eso me deja tranquila, y espero que él también esté en paz con sí mismo porque no nos debe nada.
 
Siempre fue un hombre que me hizo feliz, siempre me dio todo y más de lo que yo pudiera darle, cumplía nuestros caprichos, bromeaba con nosotros, le gustaba escuchar mis historias y me gustaba escuchar las suyas. Tuvo una buena vida y eso me hace feliz. Como todos, tuvo sus defectos, pero era una buena persona.
 
Recuerdo que siempre me decía que me fuera de viaje, que para eso trabajaba, que no me limitara y, la verdad, le hacía caso.
 
A donde fuera, siempre le traía un recuerdo, así como él me trajo muchos de sus viajes, y me presumía de lo rico que comía. Porque a él le encantaba la cocina y cocinar para los demás cuando podía.
 
Se llenaba de orgullo cuando le decíamos que algo le quedaba rico y veía nuestras caras de felicidad y pancitas llenas.
 
De hecho, es la única persona que me ha dicho que le gusta verme comer, sabía que soy de buen diente y siempre me invitaba mi comida favorita, decía: “Me encanta ver como te comes las enchiladas y dejas el plato limpio”. Los viernes siempre nos compraba enchiladas, era nuestra nueva tradición.
 
También nos decía que veíamos películas bien “churras”, pero aun así se sentaba a verlas con nosotros, así como nosotros veíamos baseball con él y le decía que me aburría ya después de mil entradas, pero gracias a él me gusta.
 
Abuelo:
Ya no alcancé a pedirte la receta del espagueti que tanto nos gustaba. No pude llevarte a comer langosta, que tanto antojo traías desde hace rato. No pudimos echarnos “carro” una vez más sobre tus Rayados. No pude abrazarte una vez más y nos faltaron muchas cosas, pero nos veremos de nuevo en un mundo donde no existe el dolor ni la enfermedad ni la maldad, sólo paz, hermandad y plenitud.
 
Espero te hayan recibido con unas buenas cubas, un buen banquete, buena música y mucha fiesta como cuando te ibas a Las Vegas. ¡De verdad, te lo mereces!
 
Dejaste un hueco en mi corazón que nunca más se va a volver a llenar, pero solo el tiempo y la sabiduría podrán curar nuestra tristeza.
 
Aun así, sé que estás con nosotros ahora cuidándonos y nos verás ser felices, tropezar y triunfar. No nos dejes irnos por un mal camino, ¡échanos paro!
 
Muchas gracias por todo lo que nos compartiste, por todo lo que nos hiciste reír y, sobre todo, por habernos enseñado el amor incondicional de un abuelo. Eras muy divertido.
 
Te extrañamos y te amamos.
 
Descansa en paz.
 
Tu Tokyana


Editora El Sol, S.A. de C.V. 2000 – 2020