Mientras Kong está en confinamiento, Godzilla parece haber olvidado que fue un aliado en la batalla contra otros MUTO y ahora se ha convertido en un enemigo a derribar.
¿Cómo podría la humanidad pelear contra un ser tan poderoso? Si King Kong es liberado, Godzilla de inmediato lo atacará porque sólo puede haber un titán alfa, explican desde el inicio.
A partir de aquí, toda la acción tomará forma aun cuando la historia cuente con subtramas. Tiene un ritmo constante que no te dejará despegarte de la pantalla, en especial cuando las batallas (tan esperadas) sucedan… y llegan pronto.
El poder de Godzilla y la destreza de King Kong en cada round no defraudan. Sin embargo, el director Adam Wingard recae en pecados del género: villanos planos, chistes simples, leyes físicas tergiversadas, destrucción sobre destrucción y explicaciones innecesarias.
No obstante, esta versión cumple su cometido: entretener. Y eso está bien, considerando que para la época actual, lo que más se necesita es una bocanada de diversión simple y un respiro para el cine que agoniza.