Luego de una historia de varias décadas, el Volkswagen Golf se despidió de la planta de la marca en Puebla, de donde salió su última unidad fabricada.  

La relación de México con este popular hatchback inició en 1977, cuando comenzó a producirse el Mk1, también conocido como Caribe, y de aquí salieron poco más de 2 millones de unidades que también contemplaron las generaciones Mk2, Mk3, Mk7 y que se produjeron en distintas etapas. 

Ahora, debido a la baja demanda de este vehículo en Norteamérica y la alta aceptación de las SUV, su lugar en la línea de producción será ocupado por la SUV Taos. Golf continuará su producción en Wolfsburgo, Alemania, pero Volkswagen no ha confirmado si importará este modelo para continuar vendiéndolo en nuestro País en el futuro. 

Por ahora, está disponible la edición especial llamada Golf GTI oettinger de la que se comercializarán solo 700 unidades y que tiene un precio de $687,990.

La planta de Puebla continuará con la producción de Jetta, Tiguan y Taos. 

 
Golf ultima generacion hecha en México

Conforme el Golf GTI oettinger en color rojo avanzaba por la línea de ensamble, una época llegaba a su fin. 

A lo largo de casi medio siglo, el hatchback de Volkswagen echó raíces en la planta de Puebla, donde se comenzó a fabricar en 1977 bajo el nombre de Caribe.

Con su parrilla delgada y horizontal, un grueso pilar trasero, carrocería de 5 puertas y un tamaño compacto, aquel vehículo había sido desarrollado como una opción con motor frontal del Volkswagen Sedán. Y su éxito fue inmediato.

“Todo mundo quería un Caribe, color amarillo, color mostaza, color aguacate: fue un coche que marcó una época”, recuerda Jacobo Sahaguian, presidente del Club GTI México.

“En ese entonces las marcas no tenían un hatchback de este tamaño, éste era un concepto europeo completamente”.

Tras aquel primer flechazo, el compacto habría de dar vida a una variante que llevó las emociones del performance a las masas mexicanas: el Caribe GT de 1984, que además de un motor de 1.8 litros, estaba equipado con asientos Recaro y franjas deportivas. Una generación entera sucumbiría al encanto del sonido de su escape.

 

En 1987, la denominación Golf finalmente llegó a México con el inicio de la manufactura de la segunda generación, misma que también se produciría para Estados Unidos y Canadá. Esto volvería al País el punto de origen de versiones que hacían salivar a los entusiastas mexicanos.

 

“A partir de la segunda generación, que ya se introduce como Golf, es el parteaguas de la producción en México”, asegura Sahaguian.

“Empiezan a exportar a Estados Unidos, a Canadá; llegaron el modelo 16 Válvulas, el GL, el GTI”.

Tras la tercera generación, el Golf dejaría de producirse como hatchback en Puebla. Se manufacturarían versiones cabrio y vagoneta de las generaciones subsecuentes, hasta que, en 2014, llegó una última reverencia en el escenario: el Mk7 regresó al complejo mexicano para su exportación a Estados Unidos.

Pero sus ventas irían en descenso. Mientras en 2015 se ensamblaron 88 mil unidades, para 2020 sólo se alcanzaron las 24 mil. El “boom” de los compactos no resonaba más.