Los primeros días de mayo, en la comunidad de La Esperanza, en Guerrero, los pobladores realizan un ritual muy peculiar.

 

Hombres, mujeres y niños se agarran a golpes con la finalidad de atraer la lluvia y las buenas cosechas.

La pelea la realizan con vecinos del Rancho de las Lomas. De acuerdo con sus creencias, entre más gotas de sangre habrá más precipitaciones.

El agarrón se realiza en un terreno. Al final de los golpes, los pobladores conviven con mezcal.